La verdad es que todos pensamos lo mismo, estos tiempos que estamos viviendo son muy convulsos para un medio de vida como empezaba a ser la música en nuestro país. Muchas bandas se estaban profesionalizando. La escena musical estaba en pleno apogeo y surgían nuevas bandas, muchas de ellas con algo que mostrar y con un corto recorrido y gran importancia. Los directos y las salas se llenaban. Grandes producciones en sitios enormes y pequeños locales con una programación muy variada. Podíamos decir que la “edad de oro” estaba volviendo, por lo menos para los que nos gusta probar de aquí y de allí, y degustar todo el menú de una carta de grupos que siempre te sorprenden.
Pero llegó lo que llegó, justo hace un año y todo se fue al garete. No me valen las frases de “esto nos va a hacer más fuertes”. Por repetirla no se va a hacer verdad. Se ve la luz al final del túnel, eso dicen, pero es que el túnel es más largo que el del Mont Blanc, queridos. Entre esa sombría polar, resurgen voces. Bandas perdidas en el limbo musical.