Pues a mi me gustan, y como esto también roza (o más) el gusto personal, pues lo digo abiertamente y sin problemas. A mí, lo nuevo de KOL me encanta. No hace falta subirlos a los altares ni hundirlos en el fango, ya que, yo creo tanto en los primeros melenudos Kings Of Leon que se nos presentaron en los oídos como el rock sureño de la época, como en los de los últimos discos, más preocupados en cerrar las canciones para que fueran un single masivo que todos quieran oír. Y es que los Followill también han aprendido, y la única forma de aprender es a base de caer, por lo menos en las críticas musicales.No podemos esperar a que todos los discos de KOL sean como Youth And Young Manhood (2003) ni como Aha Shake Heartbreak (2004), sus dos primeras obras, maestras yo diría, porque si después de diez años estuvieran en la misma línea tacharíamos a la banda de repetitivos...