RUFUS T. FIREFLY. VIAJE INTERESTELAR A BORDO DE UNA MAGNOLIA
Madrid, 22 de abril de 2017. Sala Ochoymedio Club
Felicidad absoluta. En nuestras caras, en las de ellos, en las de todos. La presentación oficial de “Magnolia” (Lago Naranja Records, 2017), cuarto largo de Rufus T. Firefly fue un éxito rotundo. La sala OchoyMedio de Madrid se quedó pequeña la pasada noche del 22 de abril, en un concierto que recordaremos por mucho tiempo.
Los vigueses Basanta fueron los encargados de romper el hielo ante una pista con una gran entrada, en la que los seguidores de Rufus ya se agolpaban en primeras filas. El quinteto formado por dos guitarras, bajo, batería y cantante visitaba por primera vez Madrid gracias a la invitación de Rufus T. Firefly. Ataviados con oscuras máscaras de madera desarrollaron su ritual durante el cual presentaron temas de su maqueta como “Legión”, “Sacrificio” o “Cromestesia”, con sonido correcto, guitarras potentes y letras naturistas.
Los primeros acordes de “Tsukamori” abrían las cortinas del OchoyMedio para lanzar a Victor Cabezuelo y los suyos en una nueva aventura. Acompañados con las imágenes de “Mi Vecino Totoro”, la llamada para que el “bosque muerto despierte” se hizo audible en todo Madrid. Desde la cabina del “Halcón Milenario” y cargados de psicodelía unos intensísimos Rufus conseguían reclutar a todas sus tropas para su particular viaje interestelar.
Una vez en el aire, “Incendiosuicida”, la impronunciable “··O··” y “Midori” demostraron la capacidad que posee Rufus T. Firefly para adaptar medios tiempos dentro de un cuidado set-list, sin perder un ápice de ritmo en un concierto de sala. Y es que durante todo el viaje pudimos apreciar que ningún detalle de la puesta en escena está elegido al azar: desde las proyecciones al juego de luces, pasando por los arreglos de sonido, todo ha sido celosamente diseñado para expandir la experiencia.
Los temas más oscuros de su nuevo LP, “Espectro” y “Cisne Negro” destilaron tristeza y esperanza a partes iguales para recordadnos los peligros que esconde el enemigo. Tras un pequeño alegato en defensa del arte y el amor los de Aranjuez esculpieron en piedra la descripción de nuestra “Última noche en la tierra”; el imponente final del tema a cargo de Julia Martín-Maestro a la batería fue la confirmación de su espectacular progresión musical y su exponencial crecimiento dentro del grupo. Y es que hasta el mismísimo Victor tuvo que rendirse ante el despliegue de su compañera de viaje.
La revisión de su discografía nos llevó de “Pulp fiction” a “Pompeya”, y de ahí hasta “El problemático Winston Smith” que Cabezuelo, visiblemente emocionado, dedicaba a todos los compañeros que en algún momento han formado parte de la magnífica huida hacia adelante de Rufus T. Firefly. La versión ultra-psicodélica de “Lucy In the Sky with Diamonds” sirvió de base perfecta para que la droga presente en “Nebulosa Jade”, el tema más sesentero de “Magnolia”, desatara el éxtasis colectivo.
Para abrir los bises tuvimos la suerte de presenciar una dulce y emocionante “Canción infinita”, con Víctor a los teclados y la poderosa voz de Alice Wonder en nuestros oídos. Nuestro viaje llegaba a su fin con una apasionada interpretación de “Magnolia” y “Río Wolf” que nos dejaba agotados pero felices. Síntomas propios de un viaje psicodélico musical único.