DESAGRAVIO PÚBLICO
No tenemos un grupo de amigos único en el mundo; nuestras experiencias vitales no son diferentes a las del resto; nuestra relación con nuestros seres queridos no es distinta a la de los demás; no tenemos una “familia de elección” especial. Nuestros amigos son similares a los amigos de los demás; a lo largo de nuestra vida todos pasamos por experiencias vitales parecidas; la gente a la que queremos no es tan irrepetible como queremos pensar. Todos pasamos por lo mismo. La gracia del cine reside en saber contarlo. “Las distancias” sabe contarlo.
Un grupo cuatro amigos se desplazan hasta Berlín, para visitar a su amigo Comas (Miki Esparbé) que cumple 35 años. Este no reacciona de la forma que ellos esperaban afectando especialmente a Olivia (Alexandra Jiménez). La amistad del grupo se pondrá a prueba a causa del tiempo y la distancia.
Oía muchas voces decir que esperaban con ansia la nueva película de Elena Trapé tras ocho años de sequía. Que “Blog” les había dejado muy buen sabor de boca. Exagerados de los cojones. Cabrones, que la peli se dejaba ver, pero a Trapé no la esperaban ni en casa para comer. Es justo reconocerle que, aunque todavía no haya tenido éxitos, tampoco ha tenido ningún fracaso sonoro. Su labor, sobre todo en “Las distancias” al frente de las cámaras es excelente. Si algo me ha enamorado de este filme es el uso de los planos: esos planos detalle, esos travellings de seguimiento. Trapé, diriges muy guay; Trapé..., como guionista ya tal. Todo el sentimiento que imprime con la cámara lo destroza con la tinta. Te estruja el alma con una secuencia de planos cortos y te da retortijones con un diálogo insulso en un supermercado. Menos mal que tenía a Miki Esparbé para salvarle la papeleta. Valiente hijo de fruta.
Este artículo se titula “Desagravio público”. Os adelanto que va dirigido a Alexandra Jiménez y a su excelente actuación (esto os lo dejo para los siguientes párrafos). Me ha parecido una fabulosa idea comenzar el desagravio con un agravio dirigido a Miki Esparbé; así si dentro de unos años se le cruza un cable y consigue actuar decentemente podré hacer otro desagravio público y me ahorro pensar una crítica. Ganamos todos. Miki, tuviste un papel principal en “Cuerpo de Élite” y los cabrones hicieron una serie. Miki, tuviste un papel principal en “Perdiendo el Norte” y los cabrones hicieron una serie y encima preparan una secuela donde sales haciendo de subnormal, otra vez. Miki, deja de humillarte y no aceptes papeles de Atresmedia. Miki, eres malo haciendo comedietas, pero en dramitas eres peor que James Dean desde octubre del 55. ¡Miki, cabrón, vocaliza!
Bueno, Alexandra..., calienta que sales. Eres como Kofi Annan: empezaste en África y acabaste cuajando por el centro de Europa (jueguecito de palabras dedicado a los más cafeteros de “Los Serrano”). Empezaré por el agravio. El 10 de noviembre de 2017 afirmé con total rotundidad: “Alexandra Jiménez en su línea, todo lo hace igual. Inexplicable que resulte tan mediocre con el desparpajo que demostró presentando “El club de la comedia” y habiendo compartido serie durante casi cuatro años con el inigualable Fran Perea. Pese a todo, hace más de dos películas al año, sin duda, lo mejor que tiene es el agente”.
Ha pasado casi un año. Desde entonces Alexandra no come, no duerme, no vive. La preocupación por las palabras que un juntaletras le dedicaba criticando su trabajo la atormentaban. Ha llegado el momento de resarcirme… ¡Chapadita de boca que me ha metido Jiménez! Coge la película y se la tira a la espalda, ve que el elenco roza la inutilidad y que, pese a que la trama es buena, los diálogos son basura y lo tapa todo con su actuación. Qué más da lo que diga el resto, incluso lo que diga Miki si sale ella en pantalla. Mera comparsa de Ale. Al final la culpa no era suya. No era mal actriz, era Fernando Alonso eligiendo escudería. Ahí iba ella con Atresmedia haciendo de amargada con cara de mierda. Ha sido cambiar de productora, quizás dejar de hacer setenta y tres películas al año y se ha marcado una actuación como la copa de un pino. Parece que Alexandra ha encontrado la senda correcta; luego me acuerdo de que participará en “Superlópez” y se me pasa.
Eso es todo amigos. “Las distancias” es una buena película. La veréis y por momentos pensaréis: “¡Coño, eso yo lo he vivido!”. Os sentiréis especiales pero relajad la raja. Todos los que ven esta película sienten lo mismo, por eso es un buen filme. Cohesiona experiencias vitales y sentimientos. Hoy me ha tocado reconocer mi error con Jiménez. Ojalá Miki acabe ganando todo lo ganable y me toque recoger cable. Los que no saben actuar enseñan; y los que ni una cosa ni la otra escribimos críticas de cine.