RIO BABEL 2019
Madrid, 5 y 6 de julio de 2019. IFEMA Madrid
Tres!, Dos!, Uno!. Comenzaba la tercera edición del festival Rio Babel de Madrid, día dedicado única y exclusivamente a la música urbana y latina de la mano de Bad Bunny, Pedro Capó y PJ “Sin Suela”. Era este último el encargado de inaugurar esta tercera edición, una pena que su rap, caracterizado por mezclar el humor con temas de actualidad no pudiese ser presenciado por todo aquel que quiso, pues la mala gestión y organización, supuso colas a la entrada de más de una hora. Un grandísimo punto negro que empañaría esta primera jornada y que contrarresta con lo vivido en ediciones pasadas.
Quien no arriesga no gana, pero quien lo hace, también corre peligro de perder. Si bien es cierto que es de alabar que se esté dispuesto y preparado para ello, las cosas no salieron como se esperaba para este tercer Rio Babel.
Una de las novedades de la edición era la inclusión de una pulsera inteligente con la que no solo se gestionaba la entrada y los permisos de cada asistente, sino también funcionaba como monedero electrónico para las barras y la zona de restauración. Lo que a priori puede parece una ventaja hablando tanto en tiempo, como en dinero, e incluso desde el punto de vista ecológico; acabó trasladándose en desorganización a la entrada y largas colas en la recarga de esta.
La reestructuración del recinto fue otra de las novedades de esta tercera edición, pero, a diferencia del punto anterior, esta vez si dieron en el clavo. Los grandes espacios abiertos frente a los escenarios, la amplia zona de restauración apartada de la zona de conciertos y la no interferencia de las zonas VIP con el disfrute de los artistas; contrarrestó en cierta medida le chasco del primer momento.
No muy positivamente puede hablarse de la calidad del sonido en ciertos tramos del festival, pues no pocos artistas son los que acabaron pegándose con el mismo. La voz de Pedro Capó quedaba ensombrecida, incluso oculta tras el retumbar de los graves. Similar pasaba con Trending Tropics y el eco de las voces. Algo más increíble aún, ocurriese cuando, tuvo que ser el público el encargado de terminar el conciertazo de La Pegatina al venirse el sonido completamente abajo en la recta final del mismo.
A pesar de todo ello, Madrid ¡Bailó! Y de que manera lo hizo. Exactamente este era el lema del festival. ¡Madrid Baila!. Aquí el Rio Babel no se olvidó de su origen, de sus principios, siendo los máximos exponentes del panorama musical español y latinoamericano, los encargados de llevarlo a cabo.
Si PJ “Sin Suela” sembró la chispa en el recinto con “La Pelúa”, Pedro Capó lo incendió con “Calma”. Pero el plato fuerte no era otro que el puertorriqueño Benito Antonio Martínez Ocasio alias Bud Bunny. Se podrían utilizar muchas frases para describir el concierto del pasado jueves, pero me daré el privilegio de utilizar una con la que Manuel León describió su último álbum en esta misma revista. “Bad Bunny está ahí por el mismo motivo que Billie Elish está en boca de todos estos últimos meses; tiene más talento que nadie en su liga”. Increíble como su trap inundó por completo el recinto, como sus rimas fueron coreadas, como sus golpes fueron bailados. “Mia”, “Ni bien ni mal”, “Como antes”, “Yo solamente soy feliz”. Poco más se puede pedir.
La segunda jornada comenzaba con un panorama mucho mas alentador. Los problemas a la entrada del recinto del primer día habían quedado resueltos y eran los argentinos “Los Espiritus”, los encargados de encender las luces del escenario por primera vez con el rock de “La rueda que mueve al mundo” o “Huracanes”.
Mientras Muerdo se lucía con “La canción de la carretera” o “Por tú corriente”; Mon Laferte brillaba con “Mi buen amor” o “El mambo” y el espectáculo de Dorian resaltaba en “Hasta que caiga el sol”, “Cualquier otra parte” y la rumba de “Todo lo que siento por ti, solo podría decírtelo así”.
Era la guitarra de Jorge Drexler la que “quedaba impresionada ante la multitud” (cómica descripción de los problemas de sonido que esta tenía) momentos ante de dedicar: “Salvavidas de hielo” al maestro Sabina y “Movimiento” a la ONG Open Arms. PJ “Sin Suela” le acompañó en “Frontera” y enamoró con “Silencio”.
No mucho se puede decir de las dos últimas bandas de la jornada que no se sepa.
Love of Lesbian delirante, maduro, apasionante. Completamente de blanco, gafas de sol y sujeto por tirantes, saltaba al escenario para deleite de los presentes, recorriendo el amplio repertorio discográfico de la veterana banda Indie. “Segundo Asalto” e “incapacidad moral transitoria” hicieron acto de presencia. Con la apoteósica Silvana Estrada sobre el escenario llegaban a la cima en “Incendios de Nieve”.
La Pegatina pura energía, verdadera fantasía, buen rollo, humor. Los nuevos sonidos que descubren en su último disco se iban alternando sobre el escenario con los temas más antiguos al más puro estilo pegatinero. De esta manera “Lloverá y lloveré”, “Gat Rumberu”, “Olivia” o “Sonqueson” levantaban hasta los mismísimos cimientos del recinto. Tampoco faltó a la cita su recién sacado del horno “Saber que tú”. Curioso fue la recta final del concierto. A falta de 4 canciones y en plena interpretación de “Alosque”, el sonido se vino abajo. El público emergió y entonó las estrofas restantes de la canción para impresión y deleite de los integrantes del grupo.
La jornada del sábado comenzaba con el “Chica Rutera” de Él Mató a Un Policía Motorizado. De aplaudir el espectáculo que ofreció la banda argentina de indie rock ante los mas de 35ºC que se ofrecía a las 6 de la tarde.
Cuarteto de Nos y Chef´Special cogían la batuta del escenario. El cómico rock de los uruguayos hacía las delicias de los presentes con temas como “La Mina del Jefe”, “El putón del barrio” o “Me amo”. La energía de los holandeses poco tardó en contagiarse al público. Subido sobre los altavoces, Joshua Nolet se los ganaba intentando hablar español a la vez que interpretaba las cañeras “Amigo” o “Money”. Seguidos en el escenario por Trending Tropics, unos minutos tardaron los dominicanos en sobreponerse ante el eco de los micrófonos que hacía completamente imposible cantar “La muerte de la Muerte”.
Solo hay una palabra capaz de describir lo que representa “Bomba Estéreo” sobre el escenario, y está grafiada en su propio nombre, pues cual bomba Li Saumet, vocalista del grupo colombiano arrasó con la pista al completo. La fuerza y la energía estuvieron presente en toda la hora y media de concierto. Momentos especialmente recordados cuando sonaban los acordes de “Pájaros” y “Duele”, la cumbia de “Fuego”, el más que cantado “To My Love” y la explosión sonora de “La cumba Sicodelica”.
Después de la tempestad viene la calma, pero no en el Rio Babel, y menos si hablamos de “Fuel Fandango”. El dueto formado por Alejandro Acosta y Cristina Manjón “Nita” se propuso sembrar un campo de claveles entre los asistentes al ritmo de “Medina”. Increíble el poderío y el dominio que muestran ambos bajo las luces del escenario. La fusión de diferentes estilos como el funk, la electrónica y el flamenco en una forma propia y única se ganó los aplausos tanto de los conocedores como de los inexpertos.
Era Fatboy Slim, uno de los Dj más reconocidos del panorama internacional, el encargado de clausurar esta edición del festival. Tercera edición por la que han pasado casi 25000 personas, en la que “se han subido al escenario 17 bandas, de 9 nacionalidades distintas dando forma a un cartel diverso con ritmos urbanos, pop-rock, electrónicos, de autor o de raíz latinoamericana”.
¿Rumbo a la cuarta edición? Con la implicación y el éxito que ha supuesto esta tercera (sin olvidar los problemas existentes) seguro que sí.