ENTREVISTA A JAVIER AJENJO. DIRECTOR DEL SONORAMA

En unos días comienza uno de los festivales considerados de los emblemáticos en nuestro territorio. El Sonorama-Ribera de Aranda de Duero cumple su edición número veintiuno y hemos tenido el gusto de poder hablar con Javier Ajenjo, capitán general de Art de Troya, la asociación que intenta dar vida a una zona que ya no puede renunciar a la magia del Sonorama. La ciudad multiplica por dos sus habitantes en cinco días de música y muy buen rollo tanto en las calles como en el recinto de conciertos. 

Ahora mismo el Sonorama se encuentra “Con mucho hierro por el suelo”, nos dice el propio Ajenjo, que nos relata la ilusión de ésta edición: “La verdad que mucha ilusión, porque es una edición para nosotros muy importante. Un montaje de una pequeña ciudad dentro de un recinto y un montón de escenarios dentro de Aranda de Duero. Muchas expectativas depositadas en Art de Troya y en la organización del festival y sobre todo unos cuantos días por delante de música, de gastronomía, de vinos de Ribera del Duero, de bodegas subterráneas y de momentos increíbles que esperamos que se traduzcan en que la gente se vaya feliz, una vez más, del Sonorama-Ribera”.

Si hay una pieza clave en este festival, esa es Art De Troya. Una asociación cultural integrada por centenares de jóvenes que llevan trabajando para cambiar el rumbo cultural del sitio donde nacieron. Javier asegura que se va consiguiendo: “Porque hace veinte años, este 15 de agosto era absolutamente desolador en Aranda y ahora mismo prácticamente duplicamos la población de nuestra localidad. Creo que ha sido un trabajo ingente a lo largo de 21 años de muchísima gente que está, que no está y que estará, porque esto continuamente se va renovando y la verdad que es muy importante para nosotros que entre savia nueva y ahora mismo es el alma de este festival esta asociación que hace que el motor de un festival tan grande como es Sonorama-Ribera pueda ponerse en marcha cada año.” La primera edición del festival tenía un cartel con tres bandas. Chucho, Mercromina y Dr. Explosión. Lo recuerda con añoranza y ahora con risas y asegura que tienen el mismo espíritu y las mismas ganas que al principio. “crecer no es malo y quien no crece no evoluciona y seguramente acaba desapareciendo. Quedan las mismas ganas. La misma limpieza, la misma pureza y el amor por la música, son las cosas básicas. Y supongo que también bastante inocencia, bastantes torpezas y errores, muchísimas ganas de seguir mejorando y hacer el festival al que nos gustaría ir” Apela con añoranza a esos primeros pasos de un festival que comenzó en la plaza de toros de la ciudad y que abrió sus puertas para que la gente pasara gratis, aunque sigue creyendo en que ahora es igual: ”No creo que diste mucho de aquel festival al que no llegábamos doscientas personas. Sigue siendo absolutamente cercano dentro de lo que es un festival de 25.000 personas. Sigue teniendo un espíritu y un corazón enormes y para nosotros esto es absolutamente innegociable. Si lo fuera, el festival no existiría”

Aranda es quien recoge la mayor parte de un beneficio cifrado en unos valores muy altos: “Lo primero es que hay un impacto económico brutal que está por encima de ocho millones de euros y mucha gente piensa que es la hostelería la que simplemente se beneficia. Nosotros entendemos que un festival dura los 365 días del año y sirve para comprar mejor carne en el supermercado y sirve para comprarse unos pantalones los hosteleros que les ha ido bien, y tantas y tantas cosas”. Y después está el hecho consumado de que todo el mundo habla de Aranda durante unos días. El impacto mediático es todavía mucho mayor. Ellos como asociación que organiza el festival tienen el reto de ser equilibrados: ”Tratar de no perder y tratar de no ganar. No seria bueno, ni una cosa ni la otra. Tenemos que hacer bien los números, tenemos que encontrar bien ese equilibrio y luego, pues todo lo que pueda surgir del propio del festival va a derivar en otras actividades que realizamos en Aranda y en proyectos sociales que llevamos realizando ya algunos años”. Este año el Sonorama colabora con la Asociación Española de Ayuda al Refugiado y se pone en marcha una calle llamada “Para cambiar el mundo” donde se darán cita varias asociaciones para mostrarnos su trabajo a todos los asistentes. 

Y todo esto con un eje fundamental. Un festival de música en un recinto de conciertos, que el año pasado tuvo un punto negro. El jueves se produjo un retardo en la entrada del festival. Se presentó demasiada gente a la misma hora. Según Ajenjo eso está totalmente solucionado con varias opciones que han tomado “Toda la gente de Aranda y no de Aranda va a poder cambiar su pulsera desde este Sábado hasta el martes en dos puestos en el centro de Aranda, en los Jardines de Don Diego. En el camping vamos a tener cambio de pulsera todo el miércoles y durante todos los días del festival. Esto va a hacer que de las 25.000 personas que tenemos, prácticamente 15.000 personas vayan ya con su pulsera y tengan un acceso absolutamente limpio y directo al festival”. Además, nos asegura, que se reforzarán con mas personas esas zonas de cambio de pulseras, sobre todo el primer día, aunque lanza un mensaje para todos los asistentes muy claro, “Lo que también queremos decirle a la gente es que está muy acostumbrada a llegar diez minutos antes de que empiece su concierto favorito. Que tomen un poquito de tiempo, que van a un festival muy grande. Que hay que esperar, pues también, que esto no es ultrarápido. Pero, eso no quiere decir que nosotros no tengamos que mejorar, hacer las cosa bien  que es lo que hemos hecho este año. Creemos que las medidas tomadas son beneficiosas para cambiar lo que pasó el año pasado que además nunca nos había pasado, por lo que era nuevo para nosotros también” 

El recinto tendrá sus novedades este año, aunque seguirá ubicado en el mismo sitio. Ya está confirmado por el equipo de gobierno de la ciudad ese recinto nuevo para la edición de 2019, pero de momento, hay que esperar. Entre las novedades están el Escenario del Humor, ubicado en una carpa a modo de teatro que será impresionante, según nos asegura Javier Ajenjo, que también nos cuenta el mayor espacio que tendrá el Sonorama este año. “Dentro del recinto la novedad de  ampliar con más de diez mil metros cuadrados que para nosotros era fundamental. Vamos a tener los mismos asistentes, no se han vendido más entradas, era nuestro compromiso, hasta tener el nuevo recinto el año que viene y lo que hemos hecho es ampliar 10.000 metros cuadrados con una nueva zona de restauración y de descanso, donde va a estar también el Sonorama Baby. Esperamos que esto suponga más comodidad para todos los asistentes y podamos eliminar algunos de los problemas del año pasado de espacio”.

Mismas entradas vendidas en más espacio. El festival va ganado metros a la ciudad y además la gente responde de la mejor manera. Los abonos están vendidos en su totalidad. Lo consiguieron un mes antes del comienzo del festival. “Algo increíble para nosotros y que dice bastante del compromiso que teníamos de poder tener un festival bastante accesible. El último mes siempre se venden siete u ocho mil abonos que son los que hemos dejado de vender y esperamos que el año que viene con el nuevo recinto podamos acoger un poquito más de gente”.

Segundo año que los niños cuentan con su espacio. Un festival, dentro de otro festival, como nos asegura. “Se trataba de no tener una guardería. No dejar a los niños simplemente ahí. Y sobre todo ir trabajando con los niños. Enseñándoles que la cultura tiene un valor. Lo que les pedimos no es que los papis vayan y paguen el euro de la entrada, sino que saquen un euro de su hucha y puedan ir aprendiendo que la cultura tiene un valor y hay que pagar para las entradas de los conciertos”

El cartel está cerrado. Después del homenaje a la música española de su veinte cumpleaños, esta edición vuelve con la incorporación de nuevo de artistas internacionales de la talla de Nada Surf, Morcheeba o Liam Gallagher. “Para nosotros es algo importante. La gente sabe cual es nuestra filosofía. No se puede perder la cabeza pagando cosas desmesuradas por artistas internacionales. Trabajamos con muchísimo tiempo para poder optar a artistas internacionales de primer nivel como tenemos este año”. Aunque no se olvida que lo importante para el festival son las bandas nacionales y ver como éstas van creciendo dentro del festival. “Nos encanta ver como grupos como LA MODA han crecido y este años pues son uno de nuestros cabezas de cartel. Nos sentimos muy orgullosos”. Eso sí, Ajenjo se muestra muy ilusionado por vivir grandes momentos que marquen la historia del festival. “Tener a Liam Gallagher esperemos que haciendo “Wonderwall” en el Escenario Principal del Sonorama-Ribera sea uno de los grandes momentos de nuestra historia”.

Y no solo de estrellas consagradas vive un festival. La letra pequeña, con la que tanto insistimos desde aquí, es muy importante. "Nuestro festival tiene una letra pequeña muy grande. Se apuesta por todos. Creemos que todo el mundo tiene su espacio, todo el mundo tiene su momento, todo el mundo tiene su público. Es un festival totalmente diferente. Este año tenemos bandas de futuro como puede ser Cala Vento o Carolina Durante o Tu Otra Bonita”. Muchas bandas han crecido en el festival y gracias a él aunque el mérito, según Ajenjo es de las propias bandas, para ellos es muy importante que esto se produzca. “Ese tipo de cosas para nosotros creemos que es nuestra principal labor y vamos a seguir haciéndola. Esa Plaza del Trigo donde saltan tantas bandas. Creo que es un motivo de enorme satisfacción el poder ayudarles. Porque al final ellos son los que hacen esto. Nosotros lo único que hacemos es darles la oportunidad. Luego ellos son lo que se lo curran y los que hacen que ese salto se produzca”. 

Y ya se está pensando en la próxima edición, cuando todavía no ha empezado esta. El año que viene se tendrá nuevo recinto, con nuevos servicios y duplicando el espacio. Ajenjo asegura que el festival seguirá con la misma esencia. “El hecho de tener un nuevo recinto no tiene que ver con doblar la capacidad del festival. Tiene que ver con que la gente que viene esté mejor. Eso es lo que nosotros necesitamos. El Sonorama es un festival que ha crecido orgánicamente. Ha crecido de mil en mil personas. Creemos que es lo que tenemos que seguir haciendo. Aquí no esperamos tener ochenta mil personas. Entre otras cosas porque esto es una ciudad de treinta mil habitantes. Necesitamos que la gente se vaya feliz”. Y ya se trabaja en el apartado de contratación, sobre todo en el apartado internacional. “No queda otra. Cada vez se trabaja con más tiempo. Cada vez se planifican con más tiempo los años sucesivos. Nosotros venimos de tener reuniones este fin de semana en otros festivales para poder trabajar de cara al año que viene. Es la única manera porque si no nos pasan por la izquierda y por la derecha”

Las bandas nacionales dejan respirar un poco más, aunque ya se está trabajando con sueños de hace mucho tiempo, como el de Julio Iglesias, que seguro que muy pronto se verá en el cartel del Sonorama-Ribera. En pocos días asistiremos a otro festival en Aranda. Y se parará la vida, porque la vida es lo que hay entre Sonorama y Sonorama, ya lo sabéis.