METAMORFOSIS. JORGE PEDRAZA
El día 12 de enero se inauguraba la exposición de Jorge Pedraza que permanecerá abierta hasta el 28 de este mismo mes en el Centro Cultural Isabel de Farnesio de Aranjuez. La concejala de Cultura Lucía Megía, que en sus palabras de presentación resaltó la larga y exitosa trayectoria del pintor y las cualidades de su obra, junto al director del Centro Cultural Francisco Gordillo hicieron la presentación del evento. Licenciado en por la Facultad de Bellas Artes de la universidad Complutense de Madrid en la especialidad de pintura en 1988, finaliza los Cursos de Doctorado por el Departamento de Didáctica de la Expresión Plástica en 1991. Miembro de la Escuela del Escorial, 1997-2003, en su haber figura una lista de innumerables premios y distinciones que vienen a realzar una trayectoria perfectamente consolidada.
Jorge pertenece a una generación de pintores que al final de los ochenta vienen a revitalizar la pintura paisajística, en la búsqueda de plasmar una idea fresca del paisaje donde cada artista intenta ser original y diferente. En estos años es donde destaca, primero con varias becas de Paisaje de la Facultad de Bellas Artes de Madrid y luego con numerosos premios en los muchos concursos de pintura al aire libre que en aquellos años proliferaban por toda España.
A lo largo de los años, en su obra pictórica, se va produciendo un feliz tránsito de la arquitectura de su paisaje a una deconstrucción formal que le conecta con nuevos movimientos estéticos. Los últimos años entra en esos territorios donde no todos se arriesgan a penetrar, dejar el confort placentero, bien recogidos en un éxito eficiente, para adentrarse en espacios donde encontrar algo nuevo. En este camino transcurrido a golpe de pincelada, reflejando en cada tiempo, experiencias y conocimientos acumulados a través de unas vivencias, que a pesar de contratiempos y vaivenes ha seguido con un natural desarrollo para reescribir una nueva página pensando que todo está por hacer en esa pluralidad maravillosa del arte.
La realidad descriptiva de la que proviene su pintura, con marcados acentos Cezanianos, se va diluyendo con el devenir del tiempo para profundizar en nuevos lenguajes patentes en muchas de sus composiciones, el neocubismo inicial en la metamorfosis iniciada hace tiempo, le conducen a movimientos bien reconocibles de los últimos años, un expresionismo abstracto marcado por una gestualidad vigorosa y unos automatismos inteligentemente gestionados que no son para nada ornamentales y cosméticos.
Jorge es un artista persistente y que duda cabe que la obra se relaciona con su autor como si de un autorretrato se tratara; en todo este recorrido, continúa con su paso inmutable, inventa un mundo pleno, donde las manchas de color palpitante, con el empleo de colores primarios y el blanco, con gran protagonismo, junto al gesto vivo en un perfecto juego pictórico dejan en la retina un sentimiento vital y optimista.
Esta exposición resume una andadura que evidencia su nivel expresivo y nos sirve para profundizar en la enorme fuerza de su propio lenguaje por el que sigue indagando para construir su universo artístico donde el color, la forma y el gesto reinan en plenitud sin otros elementos que la imaginación y el oficio creando un mundo que nos capta y nos transporta a los misterios y la magia del arte.
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