JESÚS NUÑO. LOS AÑOS MÁGICOS
Jesús Nuño (Madrid 1937) nace en plena guerra civil en el centro de Madrid, calle de la Princesa nº 1, junto a la Plaza de España. Es uno de los grandes profesionales de la fotografía contemporánea española. Hijo de fotógrafo de renombre, desde muy pequeño comienza su aprendizaje en el estudio de su padre realizando tareas propias de los antiguos laboratorios, con estos condicionantes parece que su vida estaba determinada para asumir los ideales de esta noble profesión.
Su obra, fruto de una vida larga de trabajo, donde sus experiencias y conocimientos se han ido reflejando todo este tiempo tal y como es él, sensible y sincero, está repleta de información, sentimiento y belleza. Su trabajo se desarrolla fundamentalmente en prensa y en las revistas más prestigiosas de nuestro país, donde publica sus imágenes. Explora todas las facetas posibles de la fotografía en años de trabajo intenso. En unos casos daban a conocer situaciones sociales o políticas, conflictos o accidentes, en otros reflejan la imagen de personajes famosos de la época, retratos de artistas españoles y extranjeros a su paso por España. Su relación con el cine se establece en los años 60, estudia en la Escuela Oficial de Cine la especialidad de Dirección de Fotografía Cinematográfica, en la promoción de Patino, Borau, Camus, Gutiérrez Aragón, Cuadrado, Alcaine… Y trabajó de fotofija en películas de Borau, Mario Camus, Manuel Sumers.
Las fotografías de Jesús Nuño son puntos de referencia del mundo que nos rodea, historias mudas impregnadas de un lirismo cargado de autenticidad, se mueve por los escenarios de su propia vida, las casas, las calles, los caminos, los pueblos de España, Madrid y sus gentes son el objeto de su mirada introspectiva capturando imágenes cargadas de tensión, drama, melancolía, tradición… emociones que siempre se encuentran en los encuadres de sus fotografías, poesía directa que sabiamente se muestra ante nuestros ojos. En su larga trayectoria se repasa la evolución de la fotografía en diversas épocas donde se ve reflejado el correspondiente marco social y cultural.
Esta pequeñísima recopilación de su gran archivo representa un homenaje de algunas de las fotografías más hermosas, significativas e inspiradoras que ha dado, abarcando todos los géneros, desde retratos, paisajes y escenas cotidianas hasta desastres naturales o accidentes. Impresiona su serie de retratos a grandes personajes en sus viajes por España, tales como: Sofía Loren, Charlton Heston, María Callas, Yul Brynner, Luis Mariano, Gina Lollobrigida… , y artistas y personalidades españoles: Duquesa de Alba, Concha Velasco, Lola Flores, Carmen Sevilla, Sara Montiel, Fernando Rey, Paco Rabal, Mabel Karr, Analía Gadé, María Asquerino, Amparo Baró y un sinfín de personajes más.
Jesús Nuño es un maestro de la fotografía; un verdadero artista, cuya obra refleja un periodo de más de medio siglo de historia. A lo largo de toda su trayectoria se destaca: su amor a la naturaleza, a la gente corriente y al mundo que se desprende en torno a ellos, sus imágenes están impregnadas de una singular belleza y realizadas con un espectacular virtuosismo técnico dotándolas de una gran expresividad creativa, posee las facultades receptivas del que mira al mundo con los ojos bien abiertos, descubriendo una realidad trascendente, fotografías como el niño y la portera leyendo el caso, grupo de niños gitanos, la niña hilando, el aguador por el puente, son imágenes cargadas con el peso de la historia, donde demuestra una gran capacidad para capturar el momento efímero de máxima expresividad, lo que el gran fotógrafo francés Henri Cartier Bresson llamó el momento decisivo.
Cuando disfrutamos con la contemplación de su fotografía apreciamos el fervor y la pasión que le han guiado por el camino de unos ideales humanísticos, nos muestra la nostalgia de la ciudad y el amor por sus gentes, con un tono y acento intimista. Este extraordinario narrador nos enseña, con su particular visión, un paisaje cambiante con el devenir del tiempo, donde su mirada penetrante transmite a lo que está percibiendo algo de su personalidad para convertirlo en algo único e irrepetible. La fotografía es arte y es cultura, una verdadera obra de arte, es capaz de hacer nacer la poesía y qué duda cabe que Jesús Nuño, tan sencillo y humilde, es un singular poeta de la fotografía.
Y en estos días hemos podido entrevistar a Jesús. Un auténtico placer para nuestros oidos.
¿Cómo se inició en el mundo de la fotografía?
Mi padre era muy buen fotógrafo. Desde los años 20 hizo miles de fotografías, en las antiguas placas de cristal; realizó su trabajo en las mejores iglesias ( Los Jerónimos, La Concepción, etc.), retratando las bodas de la alta aristocracia, y en los mejores hoteles y restaurante de Madrid ( el hotel Ritz, el Palace, el hotel Nacional, el restaurante Lhardy, etc). Desde pequeño le ayudaba a dar el magnesio en el laboratorio y a los 15 años empezamos, mi hermano Fernando y yo, a hacer fotografías en congresos y otros actos.
¿Fue entonces cuando se dio cuenta de que podía dedicarse a la fotografía profesionalmente?
Sí, en aquella época comencé a soñar con hacer fotografía de prensa, siguiendo la línea de las grandes revistas gráficas de entonces como LIFE, PARIS MATCH... Nos fue muy fácil conseguir que nos publicaran cientos de fotos en revistas y periódicos, aunque no estaban bien remuneradas, nos pagaban 15 pesetas por foto publicada...
¿Para qué publicaciones ha trabajado?
En la década de los 50 y 60 (57 a 65), trabajé para la revista TRIUNFO, que entonces era una revista de cine, y colaboré con grandes periodistas como Ángel Ezcurra, director, Castaño, redactor jefe, Castillo, redactor… Posteriormente, trabajé formando equipo, con el periodista Jorge Fiestas, con quien hice muchísimos reportajes. Recuerdo que íbamos con la Vespa a cubrir informaciones de estrenos, fiestas, noches en casas de actores, etc.
¿Tendrá muchos recuerdos y anécdotas de aquellos días?
Recuerdo los estrenos tipo Hollywood, con los focos, las luces, los fotógrafos, las fiestas del día del cine en el Hotel Palace, los festivales de la revista TRIUNFO, los rodajes en los grandes estudios de Madrid, CEA, Sevilla Films, los cócteles en el Museo de Bebidas de Perico Chicote...
Por tanto, usted ha conocido a los grandes personajes de la escena española...
Claro, he retratado a Conchita Velasco, la actriz más simpática del cine español por la Gran Vía; a Carmen Sevilla, la más fotogénica, en su casa; he cubierto las llegadas de grandes artistas españoles y extranjeros al aeropuerto de Barajas: También he retratado en sus casas y en fiestas a Lola Flores, Sara Montiel, Fernando Rey y Mabel Carr muchos de ellos magníficos y simpáticos conversadores... Fueron noches de charlas, bromas con Jorge Fiestas, María Asquerino, o Amparo Baró en un piso en los altos del cine Coliseum, fiestas en las casas de los grandes actores argentinos como Analía Gadé y Alberto Mendoza. He sido el fotógrafo de Compañías de Revista como Alaria, ensayos y sus fiestas diarias impresionantes en su enorme piso de la plaza de Cristo Rey, o de flamenco, como Luisillo, y los viajes a Almería, Málaga… a los Festivales de España. Así mismo, he sido fotógrafo del Tablao Flamenco Zambra, el más prestigioso de Madrid en su época…y he hecho fotos para revistas a pintores, escritores, poetas, y músicos de aquellos años. Estuve como fotógrafo también en el Pabellón Español en la Expo Universal de Bruselas del año 1958…Aquellos años eran una fiesta interminable, con miles de fotos, pasando muchas noches trabajando después en el laboratorio.
¿Estaban los fotógrafos bien valorados?
Yo hice miles de fotos, todas hechas con la maravillosa ROLLEI, cada máquina nos duraba algo así como un año y teníamos problemas para comprar el material, en la revista TRIUNFO no cobré nunca una peseta por las innumerables fotos que me publicaron, aunque eso sí, fueron muy bien valoradas y destacadas por Castaño, que era también el confeccionador de la revista… Pero bueno, entonces se podía vivir sin dinero, y con el optimismo y alegría de la juventud la vida era una fiesta inacabable… Las noches eran interminables conversando con los amigos en las terrazas de los cafés de la Gran Vía o en el café Gijón charlando con pintores, periodistas, escritores…
Muchísimas gracias por dejarnos disfrutar de su maravillosa colección fotográfica que esperamos siga ampliando con muchos años de fructífero trabajo.
