EXPOSICIÓN GALERÍA CAPA
La galería Capa presentó el pasado 24 de septiembre la exposición “New Season 15/16” que, como su propio nombre indica, inicia la temporada después del periodo vacacional veraniego. Esta muestra ofrece al público la obra de cuatro artistas de ingenios muy diversos que pretende dar una visión actual del panorama escultórico. La exposición permanecerá abierta hasta el día 3 de noviembre en la madrileña calle de Claudio Coello 19.
La obra de Ángel Flórez-Estrada, escultor de larga trayectoria, se ve representada en esta exposición por algunas de sus temáticas más características y recurrentes. Desde su taller de artes metálicas desarrolla, desde hace años, una labor al servicio del diseño de mobiliario y objetos de metal con un enfoque innovador y creativo.
En esta exposición nos muestra con gran solvencia el dominio de técnicas y materiales que posee. La mayoría de sus obras expuestas hacen una clara referencia a la naturaleza y están llenas de carácter, precisión y belleza plástica, elementos estos que no deben faltar nunca en la escultura.
Su obra se alinea, en cuanto al estilo, a una abstracción geométrica que transmite infinitas posibilidades de sugerencia, sus dos líneas temáticas de esta muestra; la que hace referencia a la naturaleza con formas arbóreas y las composiciones poliédricas están resueltas con la maestría técnica del profesional de taller con muchos años de experiencia. Cada pieza tiene un tratamiento distinto, según el mismo autor nos cuenta, unas tienen una oxidación natural obtenida al mojarlas con agua y exponerlas al aire libre durante días, otras tienen oxidación química y en otras experimenta con distintas pátinas con las que sugiere nuevas sensaciones visuales y táctiles.
La escultora Ángeles García presenta una obra figurativa representando el cuerpo humano ayudándose para ello de diversos materiales. En madera la escultora nos muestra dos obras utilizando la técnica de tallado directo sobre el bloque de madera; la artista realiza un trabajo vivido como una experiencia que indaga en la búsqueda de una unidad y armonía de las formas en un proceso de trabajo de gran riesgo y virtuosismo, y consigue extraer, de forma magistral, del bloque inicial de madera unas figuras de una expresividad que emocionan y conmueven como es el caso de la composición de madre e hijo, resuelta con formas simples y rotundas que consiguen el objetivo propuesto; el mismo resultado obtiene la talla de mujer tumbada, resuelta con el particular lenguaje de la escultora.
En bronce nos presenta una serie de figuras humanas en distintas acciones y actitudes que no dejan de ser la visión de la escultora sobre la sociedad y los problemas que esta nos plantea cotidianamente. Cuando observamos la obra de Ángeles, una representación figurativa exenta de exuberancias y detalles superfluos, percibimos la búsqueda constante de lo esencial, se ve a una artista que mira más en su interior y que proyecta un posicionamiento ante la vida que impregna sus creaciones de pasiones y sentimientos que nos hacen conmovernos como seres emocionales que somos. Una vez más, podemos gozar de una escultura con criterio, realizada con valores y entusiasmo por un arte que ella vuelve a hacer grande.
Luisa Rodríguez se ha dedicado toda su vida a la escultura, en su larga trayectoria ha evolucionado desde estilos más figurativos hasta las obras que presenta en esta muestra realizadas en piedras nobles como el alabastro que la experta escultora maneja con absoluta precisión y sutileza; nos muestra unas esculturas bellas y sugestivas, sus obras delicadas parecen pensadas para transmitir una calma no exenta de sentimientos y sensualidad a través de composiciones donde las innumerables curvas parecen una invitación a ser acariciadas.
Al apreciar sus obras se percibe una sensibilidad verdadera, austera y tenaz. Sus trabajos resueltos con pocas líneas, sin duda, conjuga síntesis de valores conceptuales y formales en un universo de armonía.
Natalia Pintado nos muestra unas esculturas donde la racionalidad geométrica impera con rotundidad en un universo de pulcritud volumétrica, sus obras muy bien conformadas, estructuradas muy sabiamente, nos recuerda algunos de los grandes referentes de nuestra reciente historia escultórica.
Las piezas presentadas en esta muestra ofrecen soluciones artísticas muy bien planteadas y resueltas con gran solvencia, en su lenguaje encontramos líneas verticales y horizontales dentro de unas estructuras geométricas fundamentadas en el orden interno hallado en la naturaleza y más concretamente en la mineralogía, según comentarios de la propia escultora.
El espacio es un motivo predominante en las obras presentadas, las piezas se encajan en una sola estructura hecha a la vez de materia y vacio, la imaginación creativa de Natalia nos deja el sabor de las cosas bien hechas.
Es esta una exposición, donde la imaginación, el ingenio y la sensibilidad de estos cuatro artistas nos acerca de manera sublime a un refrescante recorrido por los diversos planteamientos de la escultura actual. El plan perfecto para pasar una tarde de otoño plena de de sensaciones.
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