PAUL WELLER on sunset

PAUL WELLER

ON SUNSET

POLYDOR RECORDS - JULIO 2020

4_5

Carlos Lorente

Paul Weller ha lanzado este pasado viernes 3 de julio su decimoquinto disco “On Sunset”. 

Paul Weller, the Modfather, se caracteriza por ser un autor de pies inquietos, siguiendo la estela de David Bowie, y cada disco nuevo que lanza al mercado es un cántico a la experimentación. El padre del Mod prefiere el camino del riesgo y el aprendizaje continuo. El ejemplo más claro lo supuso “22 Dreams” donde se encuentra incluso un acercamiento al tango en “One Bright Star”. Por poner un granito de mi experiencia al artículo, la grandeza de Paul me quedó clara en aquel concierto de mayo de 2001 al que asistí en una Sala Arena de Madrid sin completar su aforo, donde Paul Weller iba equipado con su guitarra acústica, simple y llanamente; sin banda que completara el escenario. El resultado fue que brilló con luz propia. Lo he incluido también para hacer constar que Paul es capaz de desenvolverse en lo más sencillo hasta enredarse con fórmulas que nunca antes haya probado.

El de Surrey recupera en “On Sunset” los aires soul que evocan a su dúo en The Style Council, aquel que formara tras abandonar The Jam, en un giro radical de sonido. Por otra parte, se aprecia de forma notable las influencias de The Beatles y de David Bowie en algunos de sus temas. 

El tono general de “On Sunset” es emotivo y alegre. Paul Weller afirma en una de las muchas entrevistas que está realizando estos días, “no hago discos para amargar a la gente. Lo hice en el pasado y he aprendido la lección”. Y sobre su actitud positiva tiene mucho que decir su actividad en el periodo de confinamiento: ése que ha sacado lo mejor y peor de nosotros. Paul ha disfrutado del tiempo que ha pasado con su familia, que de otra forma no hubiera podido por motivos laborales, y ha seguido activo, componiendo y grabando lo que será su próximo albúm. Positivo y sin pelos en la lengua, mantiene viva la llama crítica de la que ya hacía gala con The Style Council y declara: “Si va a haber algún cambio, debería ser para proteger y apreciar la sanidad pública. Pagar a las enfermeras y a los médicos como se merecen. Espero que algo bueno salga de todo esto”.

Volviendo a su trabajo, es importante destacar que el disco cuenta con invitados de honor: Mike Talbot, teclista del ya mencionado Style Council, el saxofón de Lee Thompson de Madness, el violín de Jim Lea de Slade y el trío The Staves, culminando con unos arreglos de cuerdas de Hannah Peel, la compositora de Juego de Tronos. 

El album se inicia con “Mirror Balls”, tema que originalmente se iba a incluir en su anterior disco “True Meanings”. Un comienzo que pudiera parecer desconcertante por la introducción de tantos elementos experimentales: ritmos disco, sonidos electrónicos, gruñidos, aplausos, etc; dando una falsa impresión de que todo lo que nos espera a continuación va a ir por el mismo camino. Con nuevas escuchas se perciben todos los matices de la canción y atrapamos una sintonía más acorde con su obra: los instrumentos de viento, los coros, y las melodías que sí que van más en la línea del resto de temas venideros.

Con “Baptiste” y “Old Father Tyme” apenas nos da tiempo a recuperarnos de la buena sensación del final “Mirror Balls” cuando nos sumergimos en los cortes con más groove del disco. “Old Father Tyme” es un tema funky que reflexiona sobre el paso del tiempo, invitándonos al baile disco y a marcar su ritmo con nuestras palmas.

“Warming” nos ilumina con aires más pop y un estribillo de esos que te pueden alegrar el día.

“More” hace apología del minimalismo, de lo que estamos buscando de forma constante para sentirnos plenos sin pararnos a pensar que muchas veces “más es menos”: “...But little came from having more”. Hay que parar, reflexionar, conocerse y ver qué es lo que realmente necesitamos. Al incorporar los versos en Francés -cantados por Julie Gros- parece decirnos: “os lo voy a explicar también en otro idioma, quiero que mi mensaje llegue más lejos”. La mezcla de metales es preciosa y los arreglos de guitarra, sin necesidad de una virtuosidad imposible, van en sintonía con el mensaje “menos es más”.

“On Sunset” nos introduce en lo simple y bello de una puesta de sol con el sonido del mar de fondo. Canción que pudiera parecer simple en su comienzo pero que va añadiendo capas de sonido y sutileza a medida que va avanzando. Tiene un regusto a lo antiguo, a las canciones de inicio de las películas de los 70.

El tema más circense llega con “Equanimity” que nos evoca a The Beatles con unas entonaciones vocales al estilo de David Bowie.

Con el tema “Walking” caminamos hacia una mezcla de soul y de ciertos aires de cabaret. Cuando parece que hemos llegado a la cúspide del tema, nos interrumpen unos sonidos de pájaros para avisarnos de que lo mejor aún está por venir.

“Village” continúa con el mensaje de “More”. No es necesario tener todas las cosas que posee otra persona, no tienen sentido si tu objetivo es conocerte bien a ti mismo.

“Earth Beat”echa mano de un fondo de sonidos electrónicos, como si estuviéramos atrapados en una computadora de la década de los 80. Esa sensación se percibe mejor visionando el vídeo que se subió a su canal de Youtube como adelanto del lanzamiento de su trabajo completo, donde las letras vibran y se distorsionan.

“Rockets” es una balada que sirve como final de fiesta, un cierre pausado para recopilar emociones escuchadas y donde las voces de Paul Weller nos recuerdan de nuevo a Bowie. En la Edición Deluxe este tema sirve para tomar aire y continuar saboreando más piezas,  “4th Dimension” instrumental de corte experimental; la alegre y motivadora “Ploughman”; la instrospectiva “I´ll Think of Something” y otra versión de “On Sunset” y “Baptiste”.

El último trabajo de Paul Weller suena encantador y redondo. Nos demuestra que al “modfather” no le pesa ni uno de sus 62 años.

revistaindie.com es una publicación Copyleft