BITTERSWEET

 

RIBADEO

 

AUTOEDITADO  --  FEBRERO 2016

 

    

Sara 

Segundo EP autoeditado de los sevillanos Bittersweet. Es un disco de cinco cortes en el que demuestran una gran evolución musical. Producido por Ramiro Nieto y Martí Perarnau en los estudios Audiomatic at Drax y Tought Sound. Ahora el grupo ha crecido, a Fran Montaño y Alex Fernández se les une José Ángel Ortiz, y en la grabación les han acompañado Ramiro Nieto y Martí Perarnau. Mención especial queremos hacer también para el diseño del EP, realizada por el joven fotógrafo y productor sevillano Jaime Sánchez Martín (Jasama). “Clávatelo en el pecho” reza el adelanto de este nuevo EP, un potente título, una manera de decir, no te olvides que hemos venido para quedarnos, de forma muy contundente y segura, y damos buena cuenta de que siguiendo por este camino va a ser así. Este disco llega tras “Extranjeros”, su primer EP (octubre 2014), de sonidos más sencillos y con una instrumentación más básica, basados en las guitarras y voces de Fran y Alex. Ahora nos dan un giro hacia sonidos más contundentes, ganando calidad y fuerza, lo que se va demostrando según avanza la escucha de Ribadeo. El primer corte Clávatelo en el pecho, comienza con un guiño a la BSO de Psicosis, y su letra parece seguir el guión de una película de cine negro, comienzan fieles a su estilo pero con unos giros y cambios de ritmos más elaborados. En el segundo corte podemos escuchar La torre, donde los sintetizadores rellenan los silencios de la voz, hablándonos de la inseguridad y la inestabilidad y las sensaciones que producen, desde la euforia hasta el miedo y la desconfianza. Con El Puerto, nos llevan a Ribadeo, las guitarras tranquilas nos inundan, siendo la que mejor podría darnos el paso del anterior EP a este. Y ahora viene, para nosotros, la mejor parte del disco, la que nos ha hecho ver en este grupo un mundo de posibilidades. Se apodera y nos envuelve la psicodelia de sus guitarras y teclados en III GM, su Tercera Guerra Mundial sobrevenida por los medios de comunicación que construyen y destruyen “nuestras vidas tranquilas”. Y, por último, Cubo Azul psicodelia y surrealismo a partes iguales, un giro total en letras y sonido, donde el toque de los productores que les acompañan es más que notable. Nos hemos quedado con ganas de más, sobre todo después de este final. Sin dejar su estilo personal han encontrado un sonido con mucho más cuerpo, más completo, superándose en calidad y ganando fuerza y contundencia en su sonido; y que, con su juventud, empeño y creatividad conseguirán seguir haciendo crecer y madurar, y por supuesto enriquecer nuestras listas musicales. Un disco que debería ser el gran paso para lanzarse a editar un largo, ya que han demostrado que bien lo vale. Y… quién sabe si, en algún momento, alguno de ellos volverá a sus orígenes musicales deleitándonos con unos arreglos de vientos. “Todo es intentarlo, hemos sido capaces, decidiste dar el salto y ahora somos inmortales”, y sí, vuestra música se va a quedar aquí siempre.

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