MEN I TRUST Y THE ZEPHYR BONES, COMBO PERFECTO PARA CERRAR LA QUINTA EDICIÓN DEL SOUND ISIDRO DE MADRID
Madrid, 2 de junio de 2019. Sala Independance
Para empezar la reseña del evento, creo que deberíamos empezar por criticar la sala escogida. Si bien es cierto, la nueva “Sala Independance” es bastante amplia, superando aforos de otras salas similares, como la sala “El Sol”, su backline deja mucho que desear y las luces no podían ser más monótonas y limitadas. Creo que es una sala que tiene que mejorar mucho su puesta en escena y “calidad sonora” si quiere convertirse en un referente de Madrid, la cual hasta ahora está polarizada por la sala “El Sol”, “Ocho y Medio”, “La Riviera” y “Wizink Center” (En orden ascendente de aforo).
The Zephyr Bones, fueron los encargados de abrir esta noche de psicodelia. La fusión Chilena/Catalana de esta banda nos tiene locos. Vimos a un público que ya se conoce “Secret Place” a la perfección y está ansioso por algún adelanto de su nuevo disco, que según rumores, podría llegar a finales de este año, principios de 2020. En cualquier caso, el concierto de The Zephyr Bones fue un espectáculo digno para cerrar cualquier día de cualquier festival medio de España; no nos decepcionaron en absoluto. Carlitos demuestra que el bajo también puede ser una primera opción, que los bajistas no son guitarristas frustrados como se les suele decir, exprime al máximo las cuatro cuerdas en cada canción. Por su parte, la dupla de Brian y Jossip como guitarristas/vocalistas, es una máquina perfectamente engrasada que se complementan a la perfección. Por ultimo me gustaría destacar a Marc, un batería tan bueno que te da hasta rabia. Agresivo y ágil. Les auguro un futuro muy muy prospero a The Zephyr Bones y espero que en 2020 den el salto internacional que se merecen.
Men I Trust iba a ser el broche final a la quinta edición del Sound Isidro. Este festival lleva varios años trayendo a bandas que no vendrían a España de otro modo. Hace dos años pasó con King Gizzard And The Lizard Wizard y el año pasado con Slowdive. En el caso de este año, los canadienses, a pesar de llevar desde el 2014 siendo una de las bandas referentes del Dream Pop a nivel mundial, ni se habían planteado asomar la cabeza por aquí, así que muchas gracias Sound Isidro por traer a Madrid tantas “super bandas”.
El público del concierto iba a ser una mezcla de “malasañeo”, acompañantes que no sabían bien que hacían allí y “guiris” de erasmus. He de decir que los fans británicos son los más locos que he visto (Contando que aún no he visto a los mejicanos, que tienen fama de ello), ya que pese a ser un concierto tan calmado, se pasaron todo el concierto cantando y gritándole a cada uno de la banda lo guapos que eran, no había silencios entre canciones gracias a ellos.
El show Emma (Guitarrista y “frontwoman” de la banda) empezó muy fuerte con “Tailwhip”, que si bien no es la mejor canción de la banda, si es la más famosa y la que más éxitos les ha dado, por lo que supo bien para entrar en su juego. Quiero remarcar la pena que nos dio que el sonido de la sala fuera tan malo, solo se oía el bajo y no se distinguían bien las guitarras y teclados.
El show continuó con las mejores de Headroom (2016) y dejaron para el final los últimos trabajos, en los cuales se nota el salto cualitativo que ha dado la banda en apenas 5 años de vida. El cierre con “Lauren” y “Seven” y el bis, fueron sorpresas que nos dejaron con muy buen sabor de boca.
Ojalá no tengan que pasar 5 años más, para poder volver a disfrutar de ellos, esta vez si puede ser en una sala que esté a la altura de las bandas que tocan en ella.