UN FIB CASI ADOLESCENTE ENCUMBRA A LA CLASE MEDIA
Benicàssim, del 19 al 22 de julio de 2018.
Podemos decir tranquilamente que la vigesimocuarta edición del gigante castellonense se ha sustentado en las cuatro grandes patas que son Travis Scott, Pet Shop Boys, The Killers y Liam Gallagher.
Prácticamente el resto del cartel lo representaba la clase media de la escena internacional encarnada en bandas como The Kooks, Two Door Cinema Club, Bastille, The Vaccines, Catfish and the Bottlemen o Wolf Alice.
Además, los horarios incluían numerosas y sonadas coincidencias como las de The Killers y The Charlatans, The Kooks y The Horrors o Madness y Bastille con Wolf Alice. Cuesta entender esta especie de empeño del decano de los festivales españoles en contraprogramarse a sí mismo, sobre todo porque entre actuación y actuación había también huecos de más de una hora en algunas ocasiones.
Alguna explicación habrá porque al gurú de todo esto y presidente de Maraworld Melvin Benn no se le escapa una. Así lo demostró en la rueda de prensa de clausura celebrada en el hotel Bonaire. Allí hizo gala de un brillante sentido del humor y de un control absoluto de lo que acontece no sólo en el FIB, sino también en el resto del panorama festivalero internacional, no en vano, venía del Lollapalooza de negociar futuras contrataciones.
En cuanto a Benicasim, la organización habló de una media de 40.000 asistentes diarios que llegaron a ser 48.000 el Viernes durante la actuación de The Killers, algunos tan ilustres como el presidente del gobierno y la primera dama o “Los Javis”. Más de la mitad de los fibers son internacionales (55%) y aunque se dan cita más de 25 nacionalidades, el 80% viene del Reino Unido.
400 medios acreditados, más de 700 periodistas y 650 empleos directos…vamos una pasada. Entre las novedades de este año hay que destacar el aumento en la aportación de la diputación de Castellón y sobre todo la colocación en colaboración con Cruz Roja de los llamados puntos violeta para la sensibilización y la promoción de relaciones de igualdad entre los jóvenes.
A la llegada al recinto el Jueves enseguida comprobamos que había mucha menos cola para “empulserarnos” que el año pasado, quizá porque era uno de los días más flojos, pero en cualquier caso lo agradecimos. Estaba terminando el concierto de Everything Everything en el escenario Visa y pudimos constatar lo bien que sonaban allí los grupos. De ahí al escenario principal (Las Palmas) al cual da nombre el desierto que está a unos pocos kilómetros, para ver el comienzo de Two Door Cinema Club, y digo el comienzo porque nos coincidían con Carolina Durante en el Fib Club, el tradicional escenario de Radio 3, patrocinado este año por Volkswagen. Les teníamos muchas ganas a los madrileños y a Two Door ya les habíamos visto… No nos decepcionaron. Energía a raudales, contorsionismo del bueno y más temazos de los archi conocidíisimos “Cayetano” o “Himno Titular”. Nos fuimos a la cama con muy buen sabor de boca y con las dulces melodías de Jessie Ware, apenas conocida aún en nuestro país.
Fotos: jotamartinezphoto.com y Adrián Morote
La noche del Viernes no nos movimos del escenario Las Palmas. Escuchamos terminar a Catfish and the Bottlemen que ya los teníamos vistos del FIB 2016. Más de lo mismo. Los galeses debutaron con mucha fuerza en 2007 pero actualmente corren el peligro de diluirse en la inmensa cantidad de grupos que producen un rock demasiado similar.
Después The Vaccines con Justin Young a la cabeza presentarían “Combat Sports”. Muchos de sus temas que han aparecido en videjuegos, series, películas o publicidad se asocian automáticamente con el verano. Son carne de festival, pero carne de la buena. Sonaron “Teenage icon” “Your love is my favourite band” y como no podía ser de otra forma remataron con “If you wanna” y el single de su último disco “I cant quit”.
Fotos: Pau Bellido y Nerea Coll
Por último a eso de las 11 apareció Brandon Flowers enfundado en un traje de cowboy en blanco al que no le faltaba detalle. Pero si éste parecía insuperable, a mitad de la actuación se lo cambió por otro del mismo corte, (al más puro estilo Las Vegas), esta vez todo de lentejuelas y en dorado, botas incluidas. Todo muy casual.
Salieron con “The man” lo primero extraído de su último trabajo y tras ella “Somebody told me”. Con estos dos ases nada más comenzar muchos pensaron: Si tocan “Human” o “Mr. Brightside” me puedo ir a dormir tranquilo…pero no lo hicieron hasta el final. Entre medias “Run for cover”, “Runaways” y un largo etcétera aderezado con la irrupción de un batería que salió de entre el público asistente y tocó a la perfección uno de los temas y con “Read my mind” interpretada a la limón con el cantante de Catfish an the Bottlemen, Van McCann. Eran el principal reclamo del FIB 18 y cumplieron con creces. Pocas bandas pueden presumir del fondo de armario que ha ido acumulando The Killers. Un espectáculo con mayúsculas.
Fotos: Pau Bellido y Adrián Morote
El Sábado, tanto The Kooks como The Horrors que coincidían, actuaron de teloneros de Pet Shop Boys. Vimos un poquito de cada y el show completo de los chicos de la tienda de mascotas. Después Belle and Sebastian muy deslucidos por la intensa lluvia que castigó toda la noche especialmente a los campistas.
De Pet Shop Boys está todo dicho desde 1985. 42 singles colocados en el top 30 del Reino Unido, 4 números 1, 13 discos de estudio; todos en el top 10 de las listas inglesas y en los mejores puestos de las de todo el mundo. Tienen el reconocimiento de la industria y su pop electrónico ha llegado a todos los rincones del planeta. Ataviados con traje negro y sus característicos cascos futuristas ofrecieron un espectáculo sobrio pero sin fisuras. Fueron desgranando los hits que todo el mundo esperaba como si se les fueran cayendo, sin darse importancia. “New York City Boy”, “Always On My Mind” o “It’s s Sin” emocionaban a un público con una media de edad muy superior a la de los días anteriores y suponían a la vez una auténtico descubrimiento para los adolescentes británicos que a eso de la una y media de la mañana comenzaban a empaparse bajo el aguacero.
El Domingo por la mañana, tras una noche de tormentas para muchos inesperada, comenzaron a verse los primeros trolleys desfilando por el pueblo. Centenares de fibers que pensaban que ya habían tenido suficiente y decidieron ahorrarse la última jornada. Para mí, sin embargo, la mejor. Madness es otro de los grupos que compuso sus míticas canciones cuando muchos de los asistentes no habían nacido. La muchachada reconoció “Our House” e “It Must Be Love” pero a los que realmente esperaban era a Bastille, mucho mas de su cuerda. Los británicos hicieron caja con “Pompeii” y “Quarter Past Midnight” aunque también fue muy celebrada su versión de “The Rythm Of The Night” que nosotros escuchamos de lejos porque nos decantamos por Wolf Alice en el escenario Visa. La voz de Ellie Rowsell en directo es una martillo pilón que te va atizando hasta que llegan temazos como “Don’t Delete The Kisses” o “Beautifully Unconventional”, para entonces ya te has rendido. Merecen mucho la pena y seguirán dando que hablar.
Fotos: Pau Bellido
Teníamos una hora de descanso pues Liam estaba programado a las 12:30 pero la ansiedad nos pudo a pesar de haberle visto el año pasado y fuimos a coger sitio bastante antes. Error, porque la gente iba ya muy tocada del ala y los empujones se convirtieron en norma a la vez que volaban los litros de cerveza a 9 euros, ¡será por dinero! Debemos reflexionar sobre si queremos ser el patio de recreo de Europa pero eso lo dejo para otro día. En fin, todo mereció la pena cuando a eso de la una menos cuarto comenzó a sonar “ I’m the resurection” de Stone Roses coreada por el respetable como si fuera el himno extraoficial de esa nación de naciones que es el FIB. Se encendieron las pantallas y apareció. Tremenda ovación. Esta vez la parka era negra y el pantalón largo, todo por una vez bastante apropiado porque la noche estaba fresquita. La cámara delante de Liam fue siguiendo su llegada al escenario. Para cuando lo alcanzó, la gente ya enloquecía. Sonaron los primeros acordes de “Rock n’ Roll Star”, “Morning Glory”, más locura, “Some Might Say”, más leña al fuego, “Supersonic”, la peña en éxtasis, “Whatever”,¿algún doctor entre el público?, “Wonderwall”, todas las fichas al rojo...y fin de fiesta con “Live Forever” que llevabamos con ganas de escuchar desde su sublime interpretación en los Brits de este año. Para mí perfecto. Que vuelva el año que viene por tercera vez consecutiva. No hablaremos del pescado que le lanzaron los pequeños hoologans teenagers y que casi arruina el concierto pero está claro que la música para muchos de ellos no está entre sus prioridades. ¿Debería?