ENÉRGICAS, UN FESTIVAL DE MUJERES POR LA REVOLUCIÓN ENERGÉTICA
Madrid, 4 de noviembre de 2018. Sala La Riviera
Fotos: Ángel Navarrete
El festival Enérgicas, celebrado el 4 de noviembre en la Sala Riviera, fue el grito de 20 artistas, entre ellas Tulsa, Rozalén y Las Odio, para reivindicar una transición energética justa donde la mujer tenga un papel que no ha tenido hasta ahora.
Un proyecto creado por Greenpeace que busca la igualdad energética para acabar con la hegemonía de las energías actuales y dar paso a las renovables.
Antes de que a las 17.30h Melo Moreno, alter ego de la youtuber Yellow Moreno, inaugurara este inédito festival ecologista y feminista, puede observarse cómo todos los preparativos son ultimados por mujeres, que son quienes lideran indiscutiblemente todas las áreas de la producción de los conciertos, desde sonido hasta el último detalle logístico. Todas ellas han querido unirse desinteresadamente a Greenpeace para reivindicar una energía limpia e igualitaria.
Melo Moreno, que interpreta temas de su recién publicado primer disco “Colours”, es sucedida en el segundo escenario de la Sala Rivera por Mow, es decir, Gabriela Casero, joven madrileña que anima a las presentes con mezclas de pop y electrónica.
Enérgicas nace, en palabras de Greenpeace, “para sensibilizar sobre la importancia de una transición energética que acabe con el modelo actual, contaminante y machista y [que] caminemos hacia un modelo justo y verde”. Entre concierto y concierto, una gigante boca femenina que aparecía en unas grandes pantallas que flanqueaban el escenario principal presentaba a las artistas y recordaba la urgente tarea de limitar el calentamiento de la Tierra y proporcionar un plan claro para lograrlo.
La puntualidad en el comienzo y fin de cada concierto es estricta durante toda la tarde. Así, a las 18h el trío madrileño Fario sale al escenario principal y con él la psicodelia de temas como “Volcán”, single publicado en 2018.
En el segundo escenario, con una cuidada y cálida iluminación, Dandara Flores Magon, bailarina, música y zanquera, como ella misma se define, interpreta exóticas melodías con el Kamele n’Goni, instrumento de cuerdas originario del África mandinga.
La siguientes en actuar son Cariño, otro trío madrileño, aunque esta vez 100% de mujeres, que interpreta canciones de su álbum “Movidas” como “Canción Pop de Amor” o “Bisexual” con su particular pop con reminiscencias ochenteras. Después, el enérgico chorro de voz de Maryan Frutos, vocalista de Kuve, acompañada de guitarra y pandereta no deja a nadie indiferente con canciones como 3.0.
Dice Greenpeace que, aunque necesario, “no es suficiente con sustituir una fuente de energía por otra más limpia porque el cambio climático, la desigualdad extrema y la corrupción, son tres elementos totalmente entrelazados entre sí de un mismo modelo social y económico que no funciona y amenaza el planeta, las futuras generaciones y nos deja inviernos con situaciones de pobreza energética que sufren principalmente las mujeres”. Un mensaje compartido por todas las artistas que suben a sendos escenarios y que manifestan su apoyo a esta campaña, como es el caso de Papaya, grupo liderado por la artista canaria Yanara Espinoza, quien hace botar a la gente con los bailables ritmos de las canciones de su último álbum “Corazón abierto”.
Agarrada a una guitarra española y a una botella de tequila a partes iguales, Sufrida Calo, interpreta varias rancheras intercaladas por el relato, con acento gallego, de sus más dramáticos fracasos amorosos.
Y a las 20h en punto saltan al escenario principal Las Odio, “grupo de riot girls con oscuras y peligrosas intenciones”, tal y como se definen en su cuenta de Twitter. “Un puñetazo en la cara, postpunk, pop, 60’s, 90’s y letras que muerden”. Interpretan “Indiespañol”, “Yo lo vi primero”, “Impresora 3D”, y “Blackout”, aprovechando al máximo el escaso tiempo del que dispone cada grupo en este maratón musical por una verdadera revolución energética.
Tras los animados ritmos y mezclas de EME DJ, llega el turno de Tulsa. O más bien de la hondarribiarra Miren Iza, quien actúa sola con su guitarra y se anima con un repertorio de canciones de amor como “Verano averno”, “Il Futuro e Donna”, “Centauros” y “Oda al amor efímero”, terminando con una magnífica versión del clásico de las Grecas “Te estoy amando locamente”, intercalando entre frases y acordes sus particulares gritos y onomatopeyas.
Pasadas las 21h llega la hora de escuchar los temas en inglés de la canaria-sueca-neoyorquina Cintia Lund, acompañada en el escenario por Yanara Espinoza.
Soledad Vélez, sobre bases de sonido de sintetizadores interpreta, moviéndose por todo el escenario, hipnóticas canciones como “Jóvenes”, logrando crear una atmósfera íntima.
La percusión feminista de Ashabá precede a la lectura del manifiesto “Enérgicas” por parte de Cecilia Carballo, Directora del Departamento de Programas de Greenpeace España, y Sara Pizzinato, Responsable de la campaña de Energías Renovables. “La respuesta a esta crisis -reza el manifiesto- está en reemplazar el actual sistema energético corporativo, basado en los combustibles fósiles y energía nuclear, por uno que ponga a las personas y a la justicia económica a la vanguardia de la transición a un sistema energético 100% renovable, eficiente e inteligente. Las mujeres, víctimas olvidadas del cambio climático y la pobreza energética, pueden ser las verdaderas protagonistas de la construcción de un nuevo paradigma en el que la energía deja de ser una mera mercancía y recupera su verdadero valor: el de un bien básico para el cuidado de las personas”.
Pocos minutos después de las 22h Carmen Boza deleita al público con sus canciones melancólicas y, tras un derroche de sensibilidad, se marcha entre sonoros aplausos.
Entonces llega el turno del dúo madrileño-gallego Bleset y de la potente música electrónica que emana de sus sintetizadores.
Mientras Rebeca Jiménez se prepara para actuar, acompañada de su teclado, agradece a las técnicas de sonido el fantástico trabajo que llevaban haciendo a lo largo de la tarde y noche. Y no es para menos porque el sonido mantiene una alta calidad en circunstancias complicadas, como es un festival con 20 actuaciones de apenas 15 minutos de artistas con muy diversos instrumentos. La cantante segoviana interpreta temas como “Despertarme contigo” y se despide con una emocionante versión de “La Llorona”.
Los ritmos y melodías tropicales de Sandra Bernardo se abren paso, ejecutados en ocasiones con un ukelele. La artista madrileña, autora de una canción que forma parte de la banda sonora de “La casa de las Flores”, serie que arrasa en la Netflix, interpreta una canción creada para otra banda sonora, esta vez de una película de Ángela Molina.
Se acerca el final del evento y es el turno de la cantautora más reconocida del panorama musical español actual. La castellano-manchega Rozalén, esta vez sin “su Bea” (Beatriz Romero), técnica especialista en interpretación de la lengua de signos y guía interpretación de personas sordo-ciegas que la acompaña en casi todos los conciertos, comienza con “La puerta violeta”, ya convertido en todo un himno de la lucha contra la violencia machista, seguida de “Justo”, el valiente tema dedicado a su tío abuelo desaparecido en la Guerra civil española, y finaliza su vibrante función con “Girasoles”, una canción que la albaceteña dedica “a los compañeros que saben amar, los que te facilitan la vida, los que te miran de tal manera que te hacen sentir el Sol, sin superioridad, con cariño y respeto, alejados del amor romántico”.
Pero esto no ha terminado. Aún queda el gratísimo descubrimiento, al menos para este redactor, de Peinetta y su “música electrónica de baile con raíces ibéricas”; una especie de Martirio 2.0 que logra hacer que los bullarengues vuelvan a menearse como si no hubiera un mañana tras casi siete horas de enérgico festival.
Y el fin de fiesta llega de mano de las Chillers y su “punkbakalao antipostureo postmoderno”. Un grupo que se ha dado a conocer haciendo, sin complejos, versiones de artistas tales como Camela, Rocío Jurado o Laura Pausini. En esta ocasión arrancan con un tema propio, “Carretera de Valencia”, y prosiguen con el mítico “Bailando” de Paradisio. ¿Recordáis? “Tú y yo a la fiesta, tú y yo toda la noche…”. Las Chillers se proponen terminar a lo grande y liarla todo lo posible. Así que animan a la gente a subir al escenario para cantar todas a una “Como yo te amo”. No hace falta insistir. Decenas de mujeres rápidamente suben y se mezclan con las componentes del grupo pasándose entre ellas el micrófono para corear esta emblemática canción de Rocío Jurado. Mientras tanto, como en cada concierto, Rocío Saiz, cantante del grupo, se despoja de su camiseta dejando sus pechos al aire a la vez que lanza arengas y alegatos feministas al público.
Son las doce de la noche y Enérgicas llega a su fin cuando el ambiente alcanza su máximo apogeo. El festival ha logrado hacer disfrutar durante toda una tarde y noche de domingo de buena música creada y ejecutada por mujeres a cientos y cientos de personas que han ido pasando por la Sala Riviera, a la vez que ha visibilizado la necesidad urgente de democratización de la energía como vertebradora de un modelo respetuoso con las personas y el planeta.
Porque para salvar el clima es necesario que millones de personas sean partícipes del cambio y excluir una vez más a la mitad de la población no tiene sentido.