EGON SODA. LA FUERZA DEL MINIMALISMO
Madrid, 11 de julio de 2018. Casa Corona
El miércoles pasado los Egon Soda ofrecieron un concierto muy especial en la Casa Corona de Madrid. Ubicada en el Jardín de la Fundación Ortega y Gasset, la Casa es un oasis en el centro de Madrid, un emplazamiento envidiable en el que pudimos disfrutar del acústico único que la banda preparó para la ocasión.
Con únicamente tres miembros del grupo sobre el coqueto escenario de la Casa Corona, Ferrán Pontón y Ricky Falkner con sendas guitarras y Charlie Bautista a los teclados, el concierto fue concebido como una aproximación más íntima a los temas de Egon Soda, un acústico comentado que sirvió para conocer cómo es la creación de sus temas o el significado más profundo de las letras del grupo. Así, al inicio de cada canción, Ferrán y Ricky se turnaban la palabra para explicarnos el porqué de cada letra, el cómo de algunas melodías o el cuándo de otras anécdotas compositivas, desvistiendo, en cierta manera, la forma de componer de Egon Soda.
Nosotros, relajados pero expectantes, emocionados en varios tramos, cómodamente sentados sobre el césped, rodeados de naturaleza, al cobijos de grandes árboles o a la luz de unos farolillos, mientras la Voz, la de Ricky Falkner, fluía suavemente hasta nuestros oídos, haciendo su magia, atrapándonos y transportándonos fuera de Madrid, lejos del ruido y las prisas, de los agobios y el calor. Simplemente nos dejamos llevar.
Ellos, intensos, complacientes, cercanos, repasaron su discografía a través de un setlist exclusivo en el que incluyeron canciones que no tocaban desde hace años. Y es que el formato desnudo le sienta muy bien a Egon Soda, por los rasgos distintivos de sus canciones que las mantiene fuertes incluso con menos acompañamiento, y por el poder de sus letras que en desenchufado multiplican su ímpetu para llegar bien dentro, más profundo, hasta el tuétano.
El resultado fue un puro y emotivo concierto que refuerza la esencia independiente y autónoma de la banda, y que demuestra el poder de lo mínimo, de lo auténtico, recordándonos que no son necesarios grandes escenarios, aforos multitudinarios o grandes despliegues para poder disfrutar de la Música, simplemente son necesarios grandes músicos.