TOMAVISTAS 2017. TOMA 3
Madrid, 21 de mayo de 2017. Parque Enrique Tierno Galván
La última jornada del Festival Tomavistas no fue de acceso gratuito como en la edición anterior, si no que estaba incluida en el precio del abono o entrada de día correspondiente. Igualmente fueron muchos los que se acercaron desde primera hora de la mañana (12.40 horas) para presenciar los conciertos de My Expensive Awareness, Pavvla, Cómo Vivir en el Campo o Atención Tsunami. Aprovechamos nuestra pequeña tribuna para clamar contra el nuevo sistema de pago instaurado en esta edición. En esta ocasión se podían utilizar billetes que únicamente tenían validez durante un día (creando el riesgo de perder nuestro dinero) o el pago con aplicación móvil que generaba colas en lugar de evitarlas por la poca habilidad de algunos de los camareros.
A las 16.00 Las Robertas ocuparon el escenario Wegow situado en la parte posterior del festival para presentar “Waves of the New” su recién estrenado disco que salía con algo de retraso respecto a la fecha inicialmente prevista. Así, pudimos comprobar como el sonido lo-fi garajero característico de las costarricenses se completa, en sus nuevas canciones, con toques de noise pop y psicodelia, en un buen show que nos trasladó a la época del “flower-power”. La increíble voz de Nina vocalista de Morgan inundó por completo el anfiteatro del Tierno Galván en un emocionante concierto más en la carrera del grupo. Y es que la calidad rebosante de los Morgan convierte sus conciertos en un distinguido menú de pop-soul, digno de los más exquisitos paladares, con platos tan delicados como “Volver”, “Home” o “Work”.
Enric Montefusco llegaba al Tomavistas, tras la separación de Standstill, con “Meridiana” su primer disco en solitario bajo el brazo. Esto no le impidió recuperar alguno de los éxitos de su antigua formación como “Adelante Bonaparte” y “¿Por qué me llamas a estas horas?”. Los nuevos temas que beben de la canción popular, mantienen el toque nostálgico en sus letras e incluyen arreglos de guitarras de palo, cuerdas y percusiones funcionan a la perfección en un directo muy cuidado y cercano al público. Tan cercano, que en uno de los mejores momentos de todo el Tomavistas, Montefusco y sus músicos embriagados del espíritu naturista del festival, desenchufaron sus instrumentos y bajaron a la pista para interpretar “Todos contra todos” junto al sorprendido personal.
Fuckaine siguen entregando estridentes y descacharrantes directos que no terminan de convencernos, a pesar de contar con varios temas pegadizos como “Pizza Valentine”, “Ode to repetition” o “Hooray”. El punto máxima locura llegaba cuando Fran, hiperactivo durante todo el concierto, invitaba a compartir escenario a sus colegas de Alien Tango. En el escenario Corona, cambiábamos de estilo radicalmente con The New Raemon & McEnroe, quienes exhibieron su trabajo conjunto “Lluvia y truenos”. Su actuación multiplica el intimismo y la clase a la que nos tienen acostumbrados por separado, al encontrar un punto de equilibrio idóneo lleno de medios tiempos y composiciones pop. Su unión es la típica excepción en la que 1 + 1 suman más de 2.
El lugar de Egon Soda, que no pudieron tocar por enfermedad, lo ocuparon unos Rufus T. Firefly que se encuentran en el mejor momento de su carrera. Los de Aranjuez están recogiendo con “Magnolia” los frutos del trabajo bien hecho y la entrega por una causa que nunca dieron por perdida, su música. En su concierto del Tomavistas pudimos volver a sentir el elevado nivel de emoción que consiguen transmitir sobre el escenario con canciones como “Tsukamori”, “El Problemático Winston Smith”, “Pulp Fiction” o “Pompeya”. Como si fuera el último concierto de sus vidas. El épico final de “Magnolia” y “Río Wolf” desató el delirio entre los que abarrotábamos en un escenario Wegow que se les quedó pequeño.
Con la puesta de sol de fondo los valencianos Polock destilaron elegancia y madurez a partes iguales con su mezcla de melodías indie-pop y ritmos bailables. Acompañados de una temperatura idónea y desde un escenario rodeado de árboles sus canciones consiguieron trasladarnos durante muchos minutos a un paraíso idílico lejos de Madrid. El set-list, basado en su “Magnetic Overload”, tuvo un delicioso guiño a los principios del grupo con la inclusión de nuestra canción preferida “Fireworks”. La organización decidió entregar las llaves del festival a Luis Alberto Segura y su banda sabedores de que nos harían despedir el festival con una sonrisa en la boca. Rock de numerosos quilates, actitud y carácter fueron los ingredientes principales de un concierto en que los L.A. destriparon “King of Beasts”, el último y más cosmopolita de sus trabajos, y en el que no faltaron algunos de sus anteriores éxitos como “Stop The Clocks”, “Dualize” o “On The Radar”.