NIÑOS MUTANTES. LIBRES OTRA VEZ
Madrid, 6 de mayo de 2017. Sala Ochoymedio Club
Tras veinte años de carrera los Niños Mutantes estuvieron a punto de dejarlo. Con nueve discos, multitud de viajes y conciertos a sus espaldas llegaron a un punto crítico en el que el fin del grupo estuvo más cerca que nunca. Pero decidieron sacar energías de lo más profundo de ellos para continuar haciendo música, lo que mejor se les da.
Y así nació “Diez” (Ernie Records, 2017), el disco que dirige la nueva fase en la carrera de los Mutantes y sirve de guía para una nueva y esperada gira, en la que los Mutantes van a ser cinco sobre el escenario, gracias a la gran incorporación de Alonso Díaz Carmona (Napoleón Solo) a los teclados, guitarra y coros.
La noche mutante comenzó con dos de los temas más potentes de “Diez,” “El Menú del día” y “Pura Vida”, que por su gran carga de guitarras recuerdan a los primeros trabajos de los granadinos. La continuación con “Noches de insomnio”, “Hermana mía”, “La puerta” y “Náufragos”, cuatro de sus grandes éxitos, nos sirvió para confirmar que íbamos a vivir una noche muy especial repleta de sus temas más conocidos, intercalados en un setlist pensado para salas. Tras la lenta “El instante”, la rockera y afilada “Glaciares y Volcanes” y la muy celebrada “Te favorece tanto estar callada” mantenían la tónica fresca y divertida del concierto. Cómodos y enérgicos, más entregados que nunca, los Niños Mutantes demostraban no haber perdido nada de músculo sobre el escenario.
El repaso de “Diez” les llevó de “No continuar” a “FGL”, escrita en memoria de Federico García Lorca y Granada, y de Granada hasta Almería con “Algún sitio, algún lugar” del disco “El Sol de Invierno" (Astro, 2002), el que les hace ya 15 años les colocaba de manera definitiva en la primera línea del pop rock español. “NM”, canción autobiográfica del grupo, nos recordaba que todos tenemos “una misión que completar” y “Caerán los bancos” servía de vía de escape para la rabia contenida ante las injusticias de la crisis.
Sin momento para comentar el espectáculo, llegábamos a la última parte de un concierto trepidante que se nos había pasado volando, como en un suspiro. “Empezar de cero” adquirió todo su significado en boca de un emocionado Juan Alberto mientras que “Jovencita”, quizás el tema más punk de toda la carrera del grupo, exprimía al máximo las guitarras mutantes. “Hundir la flota” y “Todo va a cambiar” fueron las elegidas para poner un broche magnífico a la vuelta de los Niños Mutante al OchoyMedio.
Aclamados como pocas veces hemos visto durante el parón previo a los bises, los granadinos volvieron al escenario para interpretar la rabiosa “No puedo más contigo”, la infalible “Errante (Canción Mutante)” y una conmovedora versión acústica de “La voz”, a modo de “bonus track”, que derribaba la presa que acumulaba los malos momentos de los últimos años para hacerlos libres otra vez.