LAS ODIO. AMOR Y DIVERSIÓN
Toledo, 24 de noviembre de 2017. Sala Pícaro
La noche prometía en Toledo. El menú estaba compuesto por una banda que acapara muchas portadas solo con su primer disco. El aperitivo eran los Papa Topo, que completaban el sarao que culminaba con el postre dulce que éramos nosotros mismos en la cabina de la Pícaro para poner más marcha y música a una noche que iba a ser muy larga.
Quizás lo primero que nos asombró fue la cantidad de gente que se congregó a las diez de la noche para la actuación de los Papá Topo. Desde Mallorca o Barcelona, da igual de donde vengan. Lo que queda claro es que gustan a más de uno, ya que mucha gente bailaba y coreaba sus letras como si fueran clásicos. Hasta ahí lo gracioso. Más de eso, lo que Papá Topo presenta es un karaoke de temas pregrabados con el apoyo de un bajo y una guitarra que a veces suenan y a veces no, que hacen que el resultado sea un poco mediocre. Con los gustos no se juega, y a favor de los Papá Topo hay que decir que ellos saben lo que son y no ocultan absolutamente nada.
Eran casi las once de la noche cuando Las Odio saltaron a la pista. Con un número de espectadores bastante reseñable, para lo que suele ser el Pícaro, comenzaron titubeantes, aunque rápidamente se metieron a la gente en el bolsillo con uno de sus imprescindibles como es “Yo lo vi primero”. El leitmotiv de esta banda son esas letras ácidas, que no se casan con nadie, y protestan como nunca de esta sociedad que se pasa con “ellas”. Los Odio son unas riot grrrl de libro, como lo fueron Undershakers, Nosotrash en el ámbito nacional o Veruca Salt o Hole en el ámbito internacional, y que tuvo su máxima expresión en el pop y el punk femenino de los 90. Y ese papel lo hacen de manera cojonuda, nos encanta, y además no se les puede negar que ganas le ponen en un 120%. Lo de hacer que las notas cuadren y las voces sean limpias ya es otra cosa, pero bueno, a pesar de todo, son geniales y demuestran su valía.
Cayeron todos los temas que tienen y alguno más como “Impresora”, un tema nuevo no grabado todavía y alguno descartado, pero que vuelve al repertorio con una vuelta de tuerca más. Mención aparte es el hecho de destrozar un temazo como el planetario “Pesadilla en el Parque de Atracciones” que habría que rebautizarlo como solo “Pesadilla”, pero en el que ellas mismas reconocen que tampoco es que les salga muy bien, sobre todo con lo difícil de aprenderse su letra. “Juli La Punk”, versión ramoniana, fue la que dio por terminada la hora de concierto, pero el público quería más y como un bis de los pies a la cabeza, volvieron a salir para repetir sus singles que las pusieron en oídos de todos “Yo lo vi primero” e “Indie Español”.
Bandas como Las Odio son necesarias y además imprescindibles en una escena que sin esto moriría. Yo me considero fanático de todas ellas y en mi discografía están muchas de las que en los noventa se auparon con ese apelativo de riot grrrl, nacionales e internacionales. Esperaremos con ansia otro disco y otra gira de guitarras sencillas, teclado chispeante, voces gritonas y letras ácidas. Esperaremos otra vez a Las Odio en festivales y en salas, con mucho público o con poco, nos da igual. Pero allí estaremos para ver y oír de nuevo sus canciones.
Setlist: Batman y Robin - Vitaminas - Yo lo vi primero - Cuchillas - Impresora - Alepo - Blackout - Fatal - Puede ser divertido - Cuarto propio - Pesadilla en el Parque de Atracciones - Indie español - Mantis - Juli La Punk - Yo lo vi primero - Indie Español