FESTIVAL RIO BABEL
Madrid, 13 al 15 de julio de 2017. IFEMA
Fotos: Josefina
Luces, cámaras y acción. La Feria de Madrid (IFEMA) se vestía de gala los pasados días 13, 14 y 15 de Julio para recoger la primera edición del festival musical Rio Babel. El festival partía con la premisa de presentar un formato novedoso cuya premisa principal era el de “cohesionar la escena musical española con la latina a través de sus exponentes más interesantes” y así fue.
Antes de comenzar con la crónica musical en sí, cabe destacar la encomiable labor de la organización al convertir en realidad y con nota sobresaliente el objetivo marcado: incluir el festival Rio Babel dentro de los festivales musicales de gran formato nacional de referencia. El recinto habilitado para los dos escenarios, el Río y el Babel, el fácil acceso, las amplias instalaciones, las facilidades de parking, la seguridad y el estricto cumplimiento de los horarios con las complicaciones que ello implica (cambios de escenarios, luces, sonido, etc.) se tradujeron en un rotundo éxito a la altura de los más grandes y veteranos festivales de música nacional.
Dicho esto, fue la artista gaditana Brisa Fenoy la encargada apadrinar esta primera edición del Festival. Es cuestión de tiempo que la española se cuele en las primeras posiciones de las listas de éxitos. El estilo tan personal y la potencia que derrocha con cada nota en el escenario es objeto de admiración en un panorama musical que prima las ventas al estilo propio. Su primer single “Ella” hizo las delicias de los allí congregados.
En un concierto muy personal, con un marcado carácter reivindicativo, Macaco tomaba el escenario envuelto en el fin de su gira “Soy Semilla Tour” y caracterizando su música con toques de rumba, funk, hip hop y reggae. Tocó los temas que le llevaron al estrellato musical, como “Con la Mano Levantá”, “Mama Tierra” o “Moving”. Tampoco faltaron momentos de improvisación y anécdotas como la que dio origen a su nombre musical o a su tema “Monkey Man”.
Mala Rodríguez fue otra de las luces brillantes del primer día. La andaluza se ha convertido en una de las raperas más queridas y respetadas, no solo a nivel nacional, sino también internacional, gracias a su marcado carácter flamenco perfilado con toques raperos, y, sobre todo, a la personalidad tanto de ella como de sus temas “Quien Manda”.
Del segundo día cabe subrayar la actuación de la banda colombiana Aterciopelados que llevó el rock al escenario rodeado de dosis de humor, reivindicación, amor propio (“Yo amo mis piernas”) y un vestuario que no dejó indiferente a nadie. El Niño de Elche hizo lo propio a base de flamenco, muy a mencionar el solo, acompañado de palmas, de más de 5 minutos con el que inició el concierto. Amparanoia fue otra de las destacadas este segundo día, celebrando el 20 aniversario de su disco “El poder de Machín” con el que participará en los festivales más importantes del panorama nacional. Incluso Macaco y La pegatina se apuntaron a la fiesta de la cantante española.
Pero si dos grupos destacaron sobre el resto este segundo día, estos fueron los que ocupaban las horas centrales del festival: Estopa y La Pegatina. El primero de ellos, alabado por muchos y criticados por otros, debido a la trayectoria seguida en sus últimos discos, se presentaba en el festival con un formato que agradó a los que nos enamoramos de Estopa con el primero disco. Un concierto muy personal en el que recorrieron toda su discografía con un carácter festivalero y rumbero que parece que no son capaces de plasmar en sus nuevos discos. “La raja de tu falda”, “Cacho a cacho”, “Suma y sigue”, “Vino tinto” o “Partiendo la pana” son algunos de los temas que los catalanes incluyeron en el repertorio de esta segunda jornada.
De La Pegatina poco hay que decir que no se sepa. El que se haya convertido en uno de los grupos indispensables en cualquier festival de gran formato a nivel nacional y latinoamericano no es suerte. Sus temas cargados de ritmo, rumba, ska y, sobre todo, buen rollo, convierten la pista en un verdadero hervidero de bailes, empujones y sudores que muy pocos grupos del actual panorama musical llegan a conseguir. No tendrán la mejor voz, el mayor presupuesto o las letras más poéticas; pero tienen ganas y el don para conseguir levantar las voces y los cuerpos de miles de personas. Sus canciones principales “Olivia”, “Lloverá y lloveré” o “Maricarmen” no faltaron a la cita del escenario Babel.
La tercera jornada del festival, con un carácter latino mucho más marcado que el segundo día puso punto y final a esta primera edición del festival Rio Babel. El conjunto gallego Novedades Carminha, caracterizados por un estilo de punk-rock moderno, hicieron temblar el escenario con temas como “Sinceramente Carminha” o “Jódete y baila”. Mención especial requiere Goran Bregovíc. El grupo al que da nombre su compositor principal hizo las delicias de los presentes. Su discografía conformada por la fusión del folclore nacional con otros estilos musicales como el rock o el reggae, fue una mezcla que agradó, y mucho al público presente. Las trompetas y los trombones se entremezclaban con la percusión, las voces búlgaras y los ensordecedores gritos de satisfacción provenientes de la pista de baile.
Residentes, posiblemente el grupo más esperado del festival hacía acto de presencia alrededor de las once y media en el escenario Babel. Los puertorriqueños recogían el testigo del buen rollo dejado por los búlgaros y lo elevaban a un nivel superior, tras superar los problemas de sonido que ensombrecieron su inicial puesta en escena. El “Reguetón de calidad”, tal como sus fans han denominado el estilo musical del antiguo cantante de Calle 13, hizo acto de presencia para llenar de música la siguiente hora y media del festival. Temas como “Atrevete te te”, “La cumbia de los aburridos” o “Baile de pobres” hicieron vibrar el suelo del recinto. Sin duda alguna, fue la banda más potente de la noche.
Los Fabulosos Cadillacs, a pesar de la veteranía que pusieron sobre el escenario, no lograron llegar al límite superior marcado por el grupo puertorriqueño. A pesar de ello, no decepcionaron. Con una puesta en escena que no gustó a la mayoría del público, adornado como una película de James Bond y con el cantante principal con el rostro oculto por una capucha, los Cadillacs repasaron su repertorio que incluyó entre otros muchos temas “Matador” o “Mal bicho”. Para finalizar el festival y tras la actuación del grupo argentino, llegaba el ritmo brasileño de Zuco103 que hizo mover las caderas a todos los que quedaban en el recinto.
Así terminaba una primera envidiable edición del festival que logró congregar a más de 25.000 personas de diferentes estilos, edades y nacionalidades y que, sin duda, ayudó a tender puentes entre España y Latinoamérica en “un ambiente de tolerancia, buena música, respeto y diversión”. A modo de crítica constructiva debemos destacar los continuos problemas de sonido, la “recortada” puesta en escena y la mejorable programación de escenarios, este último punto derivado de la complejidad de cohesionar a grupos de tan diferentes culturas y estilos. Problemas que a buen seguro desaparecerán en su segunda edición que, tras el rotundo éxito de esta primera, está más que garantizada.