XOEL LÓPEZ. EL ARTE DEL BUEN HACER
Toledo, 30 de abril de 2016. Sala Círculo de Arte
La verdad es que íbamos con esperanzas de que el concierto de Xoel fuera distinto a lo que habíamos visto últimamente. No por mejor o por peor. El gallego estaba asombrando a la parroquia apareciendo solo en el escenario, y rellenando cada metro cuadrado del patio donde actuaba con su música en plan hombre-orquesta. Personalmente me gusta el formato banda y así es como se presentó en Toledo el fin de semana. Xoel ha evolucionado, la vida va cambiando a cada minuto y no podemos, ni queremos, esperar esos primeros conciertos de un artista enmarcado en su proyecto Deluxe o con Lovely Luna, que tantas alegrías nos dio en su momento. Ahora toca lo que toca y esa evolución hace que sea tan fascinante como siempre ver a uno de los mejores músicos que nos ha dado nuestro país subir al escenario. El lo hace mágico porque en los ojos se le ve la misma ilusión de siempre, la de contemplar a sus seguidores, que abarrotaban la sala, con la confianza de estar ante algo que recordarán siempre.
Y es que Xoel suena a bandaza que es lo que lleva arropándole cual manta sonora. En éste caso 5 músicos, con el gallego en el centro. Miguel Rivera, de Maga, Charlie Bautista a las teclas, el gran Ivan “Chapo” González al bajo, Miguel Benito y Antonio Pérez son una familia y esa complicidad se nota encima del escenario. No hace falte que se miren, saben lo que necesitan en cada momento y so hace que todo suene compacto, con solera, nota a nota, con claridad, en una sala en la que es difícil conseguir que el sonido sobresalga por encima de todo.
Veinte fueron los temas que cayeron en el recital de Toledo. Su segundo trabajo en solitario “Paramales” centro el grueso del concierto, como no podía ser de otra manera. Para mi, este segundo trabajo vuelve a las raíces mas rockeras, podíamos decir, sin dejar de lado esa influencia latina que lleva Xoel marcada en su carnet desde sus viajes “patagónicos”. Aunque empezó con un trío de ases, sin descanso, Hombre de Ninguna Parte, de “Atlántico”, Todo Lo Que Merezcas de “Paramales” y Ver En La Oscuridad de “Fin de un viaje infinito” de su etapa de Deluxe. La mesa estaba servida y por supuesto que la cosa prometía, no en vano, estábamos ante muchas estrellas, no se si Michelín, pero al menos, muchas estrellas musicales en la mesa de degustación. El resto fue colosal con el peso de “Paramales” y con pinceladas de “Atlántico” y alguna que otra Deluxiana, si se me permite la palabra, que hacía que el público coreara sin que hubiera mañana. Noel ya tenía a la gente totalmente rendida a sus pies e incluso se deleitaba con solos de guitarra encima de los altavoces de bajos delanteros cual estrella del rock.
El final del bolo nos trajo el recordatorio de Historia Universal (El Amor No Es Lo Que Piensas) uno de sus mejores temas, sis es que hay alguno malo y De Piedras y Arena Mojada de su anterior larga duración. Después retirada y unos bises con Buenos Aires en la memoria y por supuesto la que faltaba en el recital Yo Solo Quería Que Me Llevaras a Bailar y así terminaron la mayoría, bailando, si ya no lo estaban desde la primera nota.
Noel es garantía, de que, pues de lleno seguro, de público entregado, de buena música para todas las edades y de que la hora y media de concierto se te pasa volando y eso significa que te lo estas pasando bien, mas que bien.
