THE NEW RAEMON. A PECHO DESCUBIERTO

Albacete, 13 de febrero de 2016. Sala Caribou

Dentro del intensísimo mes de Febrero que ha programado la Sala Caribou de Albacete, el sábado 13 fue el turno para The New Raemon.

El catalán dio así el pistoletazo de salida a una nueva gira, que únicamente cuenta con ocho fechas y, en cierta medida, es continuación de la que sirvió como presentación de Oh, Rompehielos. Disco en torno al que giró el grueso del concierto y del que, por cierto, se ha anunciado una peculiar edición limitada en cintas de cassette.

A pecho descubierto, con la nobleza por bandera, solo y únicamente pertrechado con una guitarra, defendió su repertorio en acústico. Un formato en el que parece sentirse cómodo y que encaja perfectamente con su música ya que lo acerca a su esencia.

Ofreció lo que prometió desde el inicio, comenzar por sus canciones más nuevas y así, de una tacada, tocó una tras otra Oh, Rompehielos, Reina del Amazonas, El Yeti, Mientras Sea Intruso y Quimera. Seguramente te suene el orden, ¿verdad? Efectivamente, todos ellos son cortes consecutivos de su último LP.

Tras estos, con un cambio de guitarra que sirvió como metáfora, volvió la mirada al sonido de sus comienzos, precisamente con La Cafetera, primera canción que escribió en castellano y que “por sus rimas” confesó sentir vergüenza al tocarla en la actualidad. Si bien el mayor peso del directo fue para el mencionado larga duración, no fue menos ese primer A Propósito de Garfunkel, del que se pudieron escuchar numerosos cortes, ¡Hoy estreno!, El Cau del Pescador, Fuera Complejos...

Ciertamente no era una cita fácil. Nunca lo es el  primer bolo de una gira, menos aún cuando un solo artista carga con todo el peso, siendo el centro de gravedad de la misma, como es el caso. El concepto íntimo y minimalista que Ramón buscaba no terminó de conseguirse plenamente en la hora y algo que duró la actuación. Trató de paliarlo con humor entre canción y canción. Incluso a mitad de alguna, como en Sucedáneos, donde tuvo que pararse y pedir que no lo dejasen sin luz para no perderse. Según él mismo, hasta ahí llegaban sus hits, ya que ese era “el segundo de los dos que tengo”.

Hubo tiempo para canciones “de cantar suavecito” pero también para alguna alegre como Elena-na, quizás por “ser un plagio” o “por haberla escrito después de echar un kiki”, que arrancó con un guiño al clasicazo que es Wicked Game de Chris Isaak. Llegó así un bloque dedicado a Tinieblas, Por Fin con La Ofensa, Galatea y Risas Enlatadas.

Alcanzamos el bloque final con otro gesto de honradez con el que uno está plenamente de acuerdo, no amagar la huida al camerino para volver a los treinta segundos. Así, hizo Hundir la Flota, intro con pseudobeatbox incluida y Fuera Complejos. El cierre vino con Tú, Garfunkel para la que pidió que el público se acercase al escenario. Eso sí, tras ofrecer un poquito de “Pollo Frito”, al estilo Manos de Topo, tras la petición de alguien desde el medio aforo que se congregó para la ocasión.

Sus seguidores están de suerte, el habitual alto ritmo de trabajo de Ramón Rodríguez proseguirá. Apunten: tras este pequeño tour tiene un par de citas el primer fin de semana de marzo en Madrid y Valencia. En ambas ocasiones con banda y prometiendo invitados, antes de centrarse en la grabación de un nuevo disco, con Ricardo Lezón, que verá la luz en otoño.

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