TACHENKO. EL ARTE DEL BUEN HACER

Toledo, 12 de febrero de 2016. Sala Pícaro

Los de Zaragoza se volvían a presentar en la ya mítica sala toledana esta vez con su nuevo trabajo bajo el brazo, El Comportamiento Privado. Y eso es lo que hicieron desde el primer minuto desgranando uno a uno todos los temas de su último largo, porque , como bien dijo Vinadé, “si no los tocas todos en directo eso es que hay temas que no te gustan”. No fue en orden, pero si los diez que lo forman para completar una primera parte de bolo que nos hizo disfrutar a los que nos hemos puesto su Comportamiento Privado vuelta y vuelta, cual chuleta en la sartén.

Ahora Tachenko está apoyado con una base de órganos a cargo de Rafa Domínguez que hacen darle una nueva vuelta de tuerca a ese pop que se volvería ramplón en otras manos pero que con la magia de Sergio y Sebas a los mandos se vuelve imprescindible y digno de una nota bastante alta. Los directos de los maños son impolutos, electrizantes, con un sonido que raya la perfección y una voz clara donde se aprecia cada sílaba, donde te enteras de lo que nos quieren decir en esas letras cada vez más punzantes. Ahora Sebas canta más y le quita protagonismo al ex Niño Gusano. La continuidad es absoluta y Sebas consigue que no se note la diferencia entre unos temas u otros. Todo suma para convertir a Tachenko en bandera del pop nacional, un puesto que ocupan otras bandas de peor sonido y que se debe reivindicar para ellos. 

Abrieron con “Los Festivales de la Fe” como en el disco para poner el ambiente que se necesita. para un concierto así. El medio centenar de personas que asistieron no necesitaban calentamiento y rápidamente el público empezó a moverse al son de Sebas y Sergio, y sus conversaciones para afinar su preciosa guitarra. Se disfrutó con “Mentes Maravillosas” o con “Otras Vidas” y su aceleración posterior, pero fue al final de la tanda de su nuevo disco donde interpretaron sus ya imprescindibles “Las Claves” y “Mas Madera”. Hubo tiempo para sus medios tiempos “El Coche Real” y “La Resistencia”, que apaciguaban un poco a los fieles. De ahí a sus antiguos “jits”, con jota, porque son españolizados, por lo que los “hits” son “jits”, sin dudarlo. Sonó “Mi amor, las mayorías” y sin descanso “Suerte y Relámpago” y “Escapatoria”, para deleite del respetable que ya había roto a bailar cual sesión de Lindy Hop.

Abandonaban el escenario para volver con sus dos últimas, cerca de la medianoche, interpretando “Tírame a un Volcán” y por supuesto “Dame una Pista” para cerrar un gran bolo de los que te hacen pensar que los directos de cualquier grupo son lo que les deberían dar sus galones y no tanto falso disco grabado con muchos arreglos y que luego en directo no suena a nada. Tachenko suena a gloria y lo demuestran cada vez que se suben a un escenario.

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