SONORAMA RIBERA. JUEVES. TODOS GANAN

Aranda de Duero, 11 de Agosto de 2016.

Fotos: Rodrigo Mena Ruiz - Diego Santamaría

El pasado miércoles se dio el pistoletazo de salida a una nueva edición de uno de los eventos estivales más esperados del mundo independiente: el Sonorama Ribera. Y ya van a por la décimo novena. En esa primera jornada los sonoritxs pudieron disfrutar de conciertos, en la que ya empieza a ser más que habitual, fiesta de disfraces que se celebra en el escenario instalado dentro del recinto del camping. Cartel compuesto por los exquisitos y nostágicos “Morgan”, “Bozza”, los argentinos “Super Ratones” y los “Bailongo Brothers” formado por Quequé y Miguel Martín, quienes han amenizado en más de una ocasión esta velada inaugural. Además de éstos, en las salas Café Central y Le Club, ambas sitas en la Plaza de la Sal de Aranda de Duero estaban programados otros tantos conciertos, además de dj’s hasta altas horas de la madrugada.

Tampoco se debe “andorrear” mucho porque ya se sabe que en el Sonorama a las doce de la mañana hay que personarse en una plaza del Trigo ataviada ya con su primera actuación matinal.

La mañana se antojaba que iba a ser tranquila. El primer día parece que a la Plaza del Trigo le cuesta arrancar y a las doce con Polock todavía no había la gente que se espera en el centro de Aranda. Los valencianos son una banda ya de referencia dentro del circuito indie y quizás les falten muchas mas oportunidades, que se las merecen. Pudimos contemplar su sonido serio y contundente con melodías acertadas y voz angelical ante una plaza que poco a poco iba tomando forma. Y de Valencia a Murcia para contemplar a The Purple Elephants, rock en estado puro y con unas ganas de hacerlo bien en la pequeña plaza que engancharon al público casi desde el principio. El tema se empezaba a caldear y a pesar de que el calor todavía no era nada plausible en el ambiente las mangeras comenzaban a funcionar y las uvas gigantes recorrían las esquinas de una Plaza del Trigo que cada vez se llenaba un poco más. The Purple Elephants tienen un sonido digno de reseñar y un futuro muy prometedor y si encima se arrancan con alguna versión de Alaska todavía más. La tercera de la mañana correspondió a Siloe, y “Fito” Robles no defraudó para nada. Presenta su primer trabajo en solitario, “La Verdad” y lo hace muy bien acompañado y con un sonido y buen gusto muy por encima de lo que te puedes esperar de un artista novel, si se me permite la palabra. Además si se versiona a The Sunday Drivers pues parte del camino lo tienes muy avanzado. Y el señor Ajenjo, alma mater del Sonorama, anunciaba la primera sorpresa del Festival y esta no era otra que la llegada de Miss Caffeina al escenario Aranda de Duero. Y la explosión fue total. No somos muy de los Caffeina pero hay que destaparse para ver lo que consiguieron, poniendo patas arriba una Plaza del Trigo mas que entregada a sus melodías facilonas que enamoraron hasta el desborde. 

Bonito colofón para lo que nos esperaba por la tarde, la apertura del recinto de conciertos y una jornada muy apetecible. El recinto mejora con los años y eso se nota. La mejor novedad son los nuevos baños, del que ya podían tomar nota muchos festivales punteros. Es algo espectacular. También es un acierto la nueva ubicación de la zona VIP, que no cercena la explanada principal y la nueva dotación de esa zona, que la hace cada vez mas apetecible. Los comienzos de los festivales son siempre difíciles y con cosas que pulir. El sistema de pulseras produjo demasiadas colas para una cosa que debería hacerse de manera rápida y con antelación, he hicieron que la queja fuera generalizada. Seguro que se habrá tomado nota y hoy será más liviana la espera. El sistema Cashless es una maravilla pero quizás la forma de recargar no fuera la más idónea. A ello se sumó la gran avalancha de gente que se acercaba al recinto del ferial de Aranda, que fue mucha más que en la primera jornada de años anteriores. Todo se pasa con una buena dosis de la mejor música. Y en eso, en lo musical, la tarde comenzaba con un Niño de Elche que, francamente, no entiendo cómo está en los altares de la música independiente, o de la música en general. Seguramente me digan que no entiendo. También dicen que o te gusta o le aborreces. Yo creo que soy raro y estoy en medio. La banda es una gran banda, porque Pony Bravo es de lo mejor, pero no entiendo mas de ahí. He de reconocer el experimento, pero no creo que pase nada por decir que no es de mi agrado.

Menos mal que nos queda Manel. Los catalanes se metieron a la gente en el bolsillo a pesar de la hora e hicieron un recital bonito y agradable con el sol desapareciendo en el horizonte industrial arandino. “Jo Completeixo” es un disco muy respetable y quizás el empleo del catalán en sus composiciones aparta a mucha gente de lo que Manel expresa, pero su fuerza y complicidad consiguen aunar un todo muy grande. El escenario pequeño también tiene su punto y el primero fue Belize. Los navarros son mas de sala pequeña donde apreciar todos sus matices y donde además sus sonidos envolventes acercan más al público. Pero también tienen su punto en festivales aunque no consiguieron enganchar al poco público que se agolpaba en la entrada.

Unos de los platos fuertes del día para muchos era la presencia de Quique González y Los Detectives, la banda que acompaña maravillosamente al músico madrileño. Llega a Sonorama para presentar su último trabajo “Me Mata Si Me Necesitas” en el que se ha rodeado, por ejemplo de Carolina de Juan “Nina”, cantante de Morgan, que le acompañó en el escenario principal y que interpretó de forma majestuosa “Charo” unos de los temas que mas gustó a un público que se entrega de la misma forma que desconecta del concierto. En el Sonorama no se para y los escenarios principales, no se solapan. Eso hace también que si uno acumula retraso el otro lo lleve también. Y ayer fue muy importante, acumulándose casi 45 minutos de retraso lo que a mi juicio descabala mucha organización de un público que en muchos casos lleva todo medido para poder disfrutar al máximo de todo lo que la edición de este año nos está deparando. Asumido el retraso lo bueno es que sabes que cuando termina uno empieza el otro. Ángel Stanich nos llevó a través de su “Camino Ácido” de la mano, en un concierto muy participativo, dónde el público no paró de corear hasta culminar con los temas predilectos de los allí presentes “Carbura!” y “Metralleta Joe”. Cuando Stanich coge la metralleta esto no hay quién lo pare. 

La “sorpresa” de este año, tras la actuación de Raphael el pasado año, eran los pipiolos de El Dúo Dinámico en un escenario principal que se había convertido en un cajón de sastre donde al parecer todo tenía cabida  (El flamenco reinventado del Niño de Elche, el bueno de Quique González, el guateque de El Dúo Dinámico, el rock censor de 091, los “puto” Molotov…). Manolo y Ramón ataviados de negro y con zapatillas deportivas se hicieron jóvenes recordando que ellos fueron los primeros indies. La gente no iba muy animada tras el ensayo del año pasado con Raphael, pero el dúo se hizo con el público tocando canciones conocidas por todos como “Quince Años Tiene Mi Amor” o “El Final del Verano”. Como no podía ser menos, todos los artistas querían subir al escenario con ellos, por lo que contó con colaboraciones como la de Alberto Jiménez (Miss Caffeina), Gabriel de la Rosa (Shinova) o Eva (Amaral). La pareja, muy consciente de donde estaba, dio un concierto muy acorde con el público que allí se congregó, interpretando las canciones más conocidas de su repertorio y otras que a pesar de no ser suyas fueron coreadas por todos como el “La la la” .

Los de L.A. están en un momento de forma increíble. Pero seguramente no sea del agrado de los que no acaban de descubrir a la banda. Si no has oído a los mallorquines antes y no los has visto en directo antes, no te darás cuenta de las mutaciones constantes que sufren las composiciones de Luis Alberto que se atrevió a subirse a la batería rememorando viejos tiempos en los que era su instrumento. Un magnifico concierto y repaso por viejas canciones “remasterizadas” con el sabor del L.A. de ahora. A los 091 les pasa lo de siempre, solo las viejas glorias disfrutamos de sus conciertos. Y eso hace que se quede más vacío el escenario principal. Los sonidos rockeros de los granadinos están de nuevo en alza y la descarga es grandiosa. Sonidos potentes que muchos aprovecharon, seguramente, para recargar fuerzas. Los gallegos de Triángulo de Amor Bizarro se destaparon con un concierto para amantes de su música mágica de meigas y distorsión, a partes iguales. La gente se notaba cansada y muchos ya habían abandonado el recinto en busca del descanso nocturno y otros esperaban sentados a otras bandas de las que quedaban en los horarios. En el recuerdo nos quedamos con el batería de Triángulo dando una lección magistral de lo que es tocar un instrumento como son las cajas y los platos, todo un artísta de la máxima excelencia. El último plato de esta orgía musical en la que se convirtió la jornada del jueves fue el de unos mejicanos que repetían presencia en el Sonorama, aunque su presencia fuese muy lejana en el tiempo. Molotov se metió al público en el bolsillo y terminó el día con la fuerza de sus clásicos temas reivindicativos que hicieron bailar y saltar a las primeras filas para entrar en calor en la fría noche en Aranda. "Puto" desarbolo el escenario principal que se volvía loco con la interpretación de los "wey". Megnífico, extraordinario, sobrenatural.

La primera jornada se puede catalogar de éxito, con deberes para la organización, y con la sensación de que ésta edición del Sonorama va a ser la mejor de todas las celebradas hasta el momento con permiso de la del año que viene, claro, porque si una cosa tiene Art de Troya es la superación año tras año en uno de los referentes anuales del público independiente nacional.