NUNATAK

Madrid, 25 de noviembre de 2016. Sala Moby Dick

En la calle llovía sin cesar y se alegraba uno estando cobijado en el local Moby Dick. Esperando desde las nueve y media casi a oscuras, sobre las diez empezó a sonar un rato música instrumental hasta que de un color rojizo y verdoso se encendieron las luces levemente y aparecieron todos los componentes del grupo. “No volveré a verte” daba el comienzo al concierto.

Le siguió “Después de todo” y Adrián, el cantante, saludó al público. La sala era pequeña pero estaba a rebosar. Tocaron “Luna”, de su anterior álbum “Nunatak y las Luces del Bosque”. Y “Nubes” y, con un fondo muy parecido a la de una jota murciana, el público animado dando palmas tocaron “Volverá a Nevar”, dos canciones de sus inicios con su álbum “Nunatak” (2012). 

Antes de tocar de nuevo, Adrián pidió una colaboración hulligan corista para la siguiente canción, estábamos todos on fire: “El Mundo a tus pies”. Agradeciéndonoslo, bromeó con su pequeño discurso al estilo finolis (“con eses”, como dijo él) pero finalmente le salió su acento murciano (cojón (…) acho pijo). Parte del público le vitoreaba y le gritaba Guapo, y precisamente no eran las típicas fans girls, lo que hacía de un concierto normal a uno más personal y más cercano. Y siguió “El pulso infinito” y “Un viejo Sol”, del nuevo álbum. 

Explicó la propuesta de salvar el mar menor con su proyecto "Entrada Verde" para la recuperación del Mar Menor y terminó bromeando con un “así que hermanos difundid la palabra”. Un elemento sorpresa fue cuando se bajaron del escenario y en el centro de la sala donde estaba el público se formó un círculo donde colocaron un par de instrumentos y tocaron “Solos”. El público en silencio escuchaba y disfrutaba de la canción, aunque algunos alzaban sus móviles para grabar la experiencia. El público de nuevo participó cuando cantaban “Mañana es hoy” y Nunatak volvió de nuevo al escenario con “Soy viento, soy fuego”, una de las canciones más famosas de este nuevo disco. Se despedían pero era mentira, el público les pedía más, un breve descanso y volvieron a los escenarios para tocar “La primera luz” y “El grito” donde el público se alzaba a sacar sus mejores voces. El concierto se había acabado.