NOS PRIMAVERA SOUND PORTO
Porto, 9 - 11 de junio de 2016
FOTOS: © Hugo Lima | www.hugolima.com
Una edición más el Parque Da Cidade de la ciudad de Oporto se convertía en el escenario perfecto para el festival NOS Primavera Sound, hermano pequeño del Primavera barcelonés. Con un cartel lleno de propuestas interesantes a continuación os presentamos nuestro resumen de los tres días.
JUEVES
U.S. Girls consiguieron sacar a flote un concierto soso y extremadamente corto gracias al carisma y la particular voz de Meg Remy, que con los ritmos y bases enlatadas nos dejó una pobre sensación. Esperábamos mucho más de las americanas tras su estupendo “Half Free” (4AD, 2015). Por el contrario el concierto de Wild Nothing, la banda de Jack Tatum, fue toda una demonstración de solvencia y capacidad melódica. Nos hicieron entretuvieron con su dream pop con guitarras acarameladas haciendo un repaso a lo mejor de su discografía.
Deerhunter presentaron “Fading Frontier" (4AD, 2015) en un concierto simplemente correcto a la luz de la puesta de sol. La innegable capacidad interpretativa de Bradford Cox no consiguió mostrarse con fuerza durante los 50 minutos de directo, con tramos lastrados por un sonido que llegaba demasiado bajo. Sabemos, por experiencias anteriores, que los de Atlanta puede dan mucho más de sí en los directos. La delicadeza y talento de Julia Holter se hicieron hueco en la noche portuguesa con un buen directo que vino a refrendar las excelentes sensaciones que ha causado “Have You in My Wilderness” (Domino, 2015) en público y crítica. Quizás el formato festival no sea el mejor para disfrutar del pop íntimo de la californiana.
Con el escenario NOS totalmente abarrotado los islandeses Sigur Rós deslumbraron con una puesta en escena y sonido espectacular. La banda comandada por Jon Thor Birgisson y su particular forma de tocar la guitarra (con un arco de cello) hicieron vibrar a todo el Primavera Sound con su oscuro post-rock celestial. Había ganas de ver a Parquet Courts en directo y los de Brooklyn no defraudaron, entregando todo lo que prometen en sus discos: garage rock con toques punk y mucha furia. Nos hicieron bailar, saltar y quemar zapatilla a base de guitarrazos y riffs acelerados.
La decepción nos invadió con Animal Collective y su extraño y excesivamente caótico directo, en el que no consiguieron defender su disco más accesible “Painting With” (Domino, 2016). Como ya indicamos en nuestra revista (http://revistaindie.com/criticas-discos/animal-collective-painting-with.html) este trabajo resulta el menos efectivo de sus últimos LP, lo que se convierte en un impedimento que deteriora el espectáculo y aburre al personal.
VIERNES
Destroyer está en plena forma, así lo demostró sobre las tablas del escenario SuperBock en un concierto muy personal. Lleno de seguridad y algo de arrogancia, el de Vancouver repasó los temas de su último LP “Poison Season” (Merge/Dead Oceans, 2015) en el que reinterpreta el romanticismo de clásicos de los setenta muy bien escoltado por su excelente banda. Un lujoso aperitivo para la tarde del viernes.
Coincidiendo con el 50 aniversario del mítico “Pet Sounds” (Capitol, 1966) de Beach Boys, el Primavera Sound nos brindaba la oportunidad de deleitarnos con su escucha completa con Brian Wilson a la cabeza. La experiencia quedó en una mera anécdota repleta de sentimentalismo y nostalgia, con un Brian Wilson plano y carente de voz compartiendo el peso de las canciones con Matt Jardine, hijo de Al Jardine. Un concierto sin carácter que sólo remontó en su tramo final con la interpretación de las eternas “California Girls”, “Don’t Worry Baby” o “Surfin’ U.S.A.” Pero hablar de carácter es hablar de Savages, las cuatro londinenses brindaron un directo incombustible repleto de potencia y nervio. Con Jehnny Beth desatada recorriendo el escenario y mezclándose entre el público pudimos comprobar lo bien que funciona “Adore Life” (Matador Records, 2016) en directo: “The Answer”, “Adore”, “She Will” o “Strife” sonaron contundentes y afiladas. Uno de los mejores conciertos del festival.
PJ Harvey nos atrapó desde su entrada al escenario; acompañada de manera inmejorable por John Parish, Mick Harvey, Terry Edwards o Alain Johan presentó "The Hope Six Demolition Project" (Island, 2016) con un magnetismo y un carisma fuera de lugar logrando que no echáramos en falta la fuerza presente en anteriores repertorios. Para acabar la noche del viernes Beach House facturó un genial concierto repitiendo su fórmula mágica, luces bajas y muchas sombras, para envolvernos en su atmósfera de pop ensoñador con Victoria Legrand especialmente emotiva en “Silver Soul” y “Myth”: Cerrad los ojos y dejaros llevar.
SÁBADO
El concierto de Algiers, con Franklin James Fisher a la cabeza, resultó todo un derroche de talento y energía. Los americanos consiguieron divertirnos sobremanera con su batidora de estilos que mezcla soul, góspel, rock o punk de manera eficaz y altamente adictiva. El recorrido por los temas de “Algiers” (Matador, 2015) se nos hizo realmente corto, finalizando cuando más arriba estaba el bolo. Esta sensación se repitió a lo largo de varios de los conciertos del festival dejándonos un ligero amargor de boca, y es que la organización parece haber aumentado el tiempo entre conciertos en comparación con años anteriores para que el público pueda encadenar sin problemas las actuaciones en diferentes escenarios.
El subidón de adrenalina se nos vino abajo con Charlift. Las intenciones de Caroline Polachek y Patrick Wimberly con su synth-pop ochentero parecen buenas, pero resultan sosos e incluso ñoños en directo; una imagen: Caroline descalza, vestida con camisón blanco y coleta, saltando como Heidi por el escenario… Carentes de brío tan sólo consiguieron emocionar en un par de momentos a la pequeña congregación de fans que se colocaron en primera fila.
La juventud de los componentes de Car Seat Headrest fue lo primero que nos llamó la atención al llegar al espacio Pitchfork, con todo, nos sorprendió gratamente la rabia y la contundencia con la que se desenvuelven los de Virginia. Con “Teens of Denial” (Matador, 2016) recién sacado del horno, Will Toledo y los suyos hicieron disfrutar entre saltos y empujones a los amantes de la distorsión y el pop lo-fi más gamberro. Tremendo concierto de Battles, con sus tres componentes inspirados llevando el math-rock progresivo y la experimentación al punto de lo hipnótico. Armados con multitud de pedales y distorsionadores consiguen crear multitud de capas musicales bien enlazadas que resulta toda una gozada en directo.
Con motivo de la reedición de la banda sonora de “Las vírgenes suicidas” los franceses Air acudían al Primavera como uno de los cabezas de cartel. Su estilo de french house y pop etéreo puede que no sea el esperado para encabezar un festival de estas características sin embargo el concierto no defraudó al público que con un silencio sepulcral abarrotaba el escenario principal. Buen sonido, nítido y limpio durante todo el repaso de sus grandes éxitos “Venus”, ‘Kelly Watch the Stars”, “Sexy Boy” o “La femme d’argent”.
También le teníamos muchas ganas a Ty Segall & The Muggers que nos encandiló con un concierto mayúsculo. Toda una demostración de lo que tiene que ser un concierto de rock pogo en las primeras filas incluido: entrega, pasión, espectáculo, temas corrosivos y cargados de punzantes riffs y una genial banda que hizo gala del músculo que atesoran en directo. Estupendo final para un NOS Primavera Sound que con un cartel bastante más flojo que años anteriores ha conseguido atraer a más personas que nunca (80.000). Y es que la marca Primavera Sound sigue creciendo en el país vecino apoyada en un escenario natural único y la complicidad de una ciudad magnífica como Oporto.