MI CAPITAN. DRENANDO EL TAJO
Toledo, 19 de febrero de 2016. Sala Círculo de Arte
Los de las mil bandas se presentaron en Toledo con muchas expectativas de realizar un gran concierto y lo hicieron, vaya si lo hicieron. Según nos contaba Gonçal Planas en una entrevista no hace mucho, no ensayan, no hace falta y la verdad es que en directo demuestran que no lo necesitan, porque todos están bastante emparejados y esa falta de ensayo no es necesaria en gran medida por el gran elenco de artistas que se arropan mediante el nombre de Mi Capitán. La cabeza visible es Planas y así lo demostró hablando y exponiendo casi canción por canción el sentimiento invertido en ellas y su temática. Logró absorber al público con su voz grave en esos interludios y hacer que mantuvieran el interés entre canción y canción. No era difícil tampoco encandilar a los asistentes que en poco numero, quizás unos ochenta, se acercaron al Círculo de Arte a por su dosis de Rock. A pesar de los solo cinco euros que costaba la entrada, los de Barna no lograron congregar a la multitud que a buen seguro congregarían con sus bandas matrices. Cuanto costaría ver a Julián Saldarriaga con sus Love of Lesbian, seguro que se llenaría. Y además pudimos disfrutar de algo único en la banda. El bueno de Martí Perarnau bajo en mano haciendo una “sustitución” en las cuatro cuerdas que además sólo es para los bolos de esa semana, volviendo Ferrán Pontón al resto de la gira.
Cuando escuchas a Mi Capitan en su primer y único disco publicado, la impresión es que pueden llegar a ser lentos. Quizás pienses que el concierto va a ser un tostón, lenta tras lenta. Pero la realidad del directo los sube dos o tres peldaños. Son mucho mas potentes de lo que pudiera parecer y el hecho de ser siete encima de las tablas influye para que todo suene más potente de la habitual. Falkner está sublime en esa batería que entre sus fauces parece de juguete y el propio Saldarriaga maneja los sonidos guitarreros en su justa medida, aportando lo que la cada canción necesita y siempre apoyado por Víctor Valiente y los solos de Gonçal Planas. Martí se metía en su papel como si fuera de la alineación titular y Dani Ferrer le ponía la guinda al pastel con sus teclados. Y de Ricky Lavado que podemos decir. Es todo corazón. El que le pone incluso con pandereta en mano como si fuera la última canción de su vida.
La sala sonó sublime en una plaza donde no es fácil conseguir que todo se entregue al público en su justa medida. Drenad el Sena fue interpretado de principio a fin en la hora y veinte de concierto. La gente comenzó a meterse en el bolo con los acordes de “El Coleccionista” al son de los contoneos de Planas, guitarra en mano, y la complicidad del resto de los componentes. Fueron desplegando su poder con “La Sed” o “Ayer Noche” y sus solos guitarreros grandiosos. Hasta que llego “Es Suave La Voz” coreada por todos y sin descanso “Millones de Palabras” para concluir el concierto. Quedaban los bises avisados por Planas y éstos fueron para la versión de Calamaro “Alta Suciedad” y “Acaba con él” que ponía el mejor broche a una exaltación del rock puro de guitarras y demás, porque eso es lo que Mi Capitán pretende ser. No necesitan adornos. Esto es solo música elevada al cubo.
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