LOW FESTIVAL. DOMINGO. Y VETUSTA MORLA CONQUISTÓ EL MUNDO

FRAN AMARILLOCOKI MARRON

Benidorm, 31 de julio de 2016.

Fotos: JavierPhotoRosa - Liberto Peiró

El último día del Low se presentaba con un arranque demoledor desde la primera hora del festival. A las siete de la tarde y con un calor asfixiante que era digno de ser las mismísimas “puertas del infierno” se encontraban, como no podía ser de otra manera, los toledanos Mucho. Martí y compañía se encuentran en una forma sobrenatural y consiguieron sacar del letargo a los que allí nos deshacíamos y hacernos bailar todos sus hits, que ya son unos cuantos. No quedó nadie vivo de los políticos que nos gobiernan o, al menos, lo han hecho, en la boca de Martí por el que sufríamos envuelto en su “manta zamorana”. El sonido de Mucho es cada vez mas sólido, y si no había alcanzado el culmen ya hace tiempo, lo consigue ahora con su nuevo guitarrista. Casi nada, todo suma y esto hace que ya lo suyo cruce la linea de lo cósmico. Te hacen saltar, cantar y bailar casi a partes iguales. ¡Qué más se puede pedir! Bueno sí, se puede pedir que los programen a una hora en la que todos puedan disfrutar de sus dotes musicales y no a la hora del café, donde unos pocos fuimos los elegidos.

low domingo 01 pop rock indie conciertoslow domingo 02 pop rock indie conciertos

Y del Matusalem al principal para seguir bailando y bailando con otro clásico del Low. Xoel es un valor más que seguro en el Ibex 35 de la independencia musical en forma de concierto. Es un experto en saber lo que quiere su público. No es lo mismo un festival que una sala, y no es lo mismo el verano y que el invierno. El galego nos presentó un setlist cuidado combinando lo bueno de “Atlántico” con lo de “Paramales” y dando dos pinceladas del mejor de los pintores que no es otro que Deluxe. Once temas en una hora para que el público no pare de bailar, que para eso se acercó a las ocho al Budweiser, para bailar. Arropado de una banda de ilustres, Xoel es la trufa de un plato de estrella michelín. El comienzo de la tarde soñado estaba en marcha y unas piernas ya cansadas, después de dos días, se acercaban lentamente hacia el resto de los escenarios. En el Matusalem se asomaba el “ibicenco” Carlos Sadness. Tiene música dentro, o eso creemos. Los temas son buenos, algunos, pero ayer no sonó especialmente bien. La voz, muy baja, no llegaba a todos los que en gran numero se congregaban en el segundo escenario.

Cuando alguien después de tanto tiempo se vuelve a juntar para una gira, hay que evitar el perderselo. Sobre todo porque no sabes cuándo podrá ser la próxima o ni siquiera sabes si habrá próxima. 091 fue una banda que marcó la historia del Rock en Granada y se presentaban en Beniyork como padres de lo que ahora es el ritmo de la ciudad de la Alhambra. Hacía 20 años que los Lapido y compañía no se juntaban, y ya parecía que no lo volverían a hacer. Pero la vida te da estas sorpresas y además gratas, porque esto no es un "me junto pero sin esfuerzo. Los Cero son una cosa muy seria y su sonido no ha perdido ni un gramo de lo que fueron. Marcados estribillos de Rock puro de los 80 con sus letras ácidas cargadas de crítica con toda la vigencia que tienen ahora, hacen del bolo de la banda granadina un cañonazo de los que hacen afición. Lástima que la juventud de la mayor parte de asistentes al festival les impida saber a ciencia cierta lo que se estaban perdiendo. Porque 091 se merecía mucho más público, eso os lo digo yo.

low domingo 03 pop rock indie conciertoslow domingo 04 pop rock indie conciertos

Y del sur al norte, a Asturias, para acercarnos al Wiko a ver al destructor. Lo de Pablo Und Destruktion no tiene nombre, en el buen sentido, claro. Te hace reír, te hace sentir, te hace vivir y además lo hace sin pedirte nada a cambio, porque Pablo es así, es un solitario, es el trovador de trovadores. Y después llegó el momento de lo mas esperado del día, y quizás de todo el festival. Vetusta Morla salieron a comerse el Low enterito, y lo consiguieron, vaya si lo consiguieron. Quizás era la hora idónea. El día idóneo. Y el lugar mas aconsejable para hacer lo que hicieron, pero es que además se vio desde el minuto cero que ellos querían. Los madrileños congregaron a mas gente que nadie en el escenario mayor del Low pasando por encima de los Suede, Belle And Sebastian y Los Planetas y además en algunos momentos no había ni un alma que no saltara, brazos arriba, para demostrar el amor que profesa la parroquia nacional a estos superdotados de la música. Y si encima comienzas con Gille Galván y Pucho tocando “Pequeño Desastre Animal” pues ya para que queremos más. El del Low ha sido el último concierto de ésta gira “La Deriva” en el que nos se ha demostrado lo que han evolucionado los madrileños en todos los aspectos en directo y además se han convertido, quizás, en una de las mejores bandas nacionales de la historia. Aunque esto es aventurarse demasiado. Lo que está claro es que han sido los triunfadores del festival, y además con mucha diferencia con los demás. Siempre estudiado, su repertorio fue muy parecido a los últimos conciertos con ese final apoteósico de “Los Días Raros”. 

Y cuando tocas después de los Vetustas te puede pasar lo que les pasó, a mi entender, a Miss Caffeína. Que suenas regular y a muchos no nos gusta. Que no pasa nada porque seguramente aunque hubieses sido el primero nos hubiera pasado lo mismo, pero bueno. La legión de fans que tienen les arroparon para que no se notara tanto y las proclamas de Alberto hicieron que se nos pasara un poco por alto. Los sonidos no llegaban y la voz demasiado nasal hicieron que no fuera un concierto notable, musicalmente hablando. Para terminar la división fue notable entre el equipo de redacción, unos a El Último Vecino para constatar que por mucho sintetizador y mucha pose que tengas debes de cuidar tu setlist y demostrar que vales un puñado en la hora que tienes. Futuro seguro que tienen, madera hay, pero tienes que demostrarlo. Mientras otros que demostraron lo que valían hace años como son los británicos The Kooks que quizás no les favoreció la hora en la que los programaron. Pero que además de eso, notamos a su frontman con una desidia desmedida. Resultado: Concierto plano que se precipitaba por el abismo de la mediocridad, solo despuntando con los hits que todos querían de The Kooks. La gente a esas horas quería marcha y no se la dieron.

low domingo 06 pop rock indie conciertoslow domingo 05 pop rock indie conciertos

Y así se terminan tres días inolvidables en una edición más de uno de los festivales de referencia del panorama nacional que debe continuar aprendiendo de los errores que se cometen para seguir mejorando, para así fidelizar a los que año tras año siguen viniendo. Normalmente parece que solo destacan las cosas negativas, ya que son éstos los que suelen alzar más la voz. Pero al Low hay que recordarle que es por ellos, por cada uno de los asistentes por lo que esto se celebra. Sin el público esto no tiene sentido y es a la gente a la que tienes que cuidar y mimar. Y no solo con todos los nombres del gran cartel, sino con unos servicios acordes a lo que se espera de un festival de éstas condiciones. Buceando por las redes vemos quejas de que han obligado a gente a tirar en la entrada caramelos, chicles, comida de celíacos y hasta alguna que otra medicación necesaria. Además de crema del sol, que creo que a primera hora es bastante necesaria. Imaginamos que la dirección del festival habrá tomado nota. Lo que si que podemos constatar en primera persona son ciertas cosas que no nos gustaron, algunas repetidas, como son los accesos al escenario principal, insuficientes a todas luces. Y la salida del mismo , todavía mas insuficiente. Quitar la salida lateral es una puñalada a la movilidad y quien lo decidió no tiene mucho sentido. Además el escenario Jägermeister cada vez es más popular e interfiere en el sentido musical del resto de escenarios. Es necesario buscarle otra ubicación, siempre difícil, pero algo habrá que hacer. Cuando uno vende un festival con césped lo suyo es que tenga césped, sería bueno que lo tuviera. Si el Mad Cool tenía los dos escenarios principales con un manto verde de césped artificial el Low no debería haber sido menos y tendría que haber hecho lo propio en el escenario principal que era una campa de tierra. Y esto sin entrar en la subida general de precios en todos los sitios, entradas, barras y el enmascaramiento de la  fulminación de la pulsera Cashless en que “el espíritu era Las Vegas y por eso volvían los tokens”, cuando seguramente no se llegó a un acuerdo con PayPal, que era la encargada de montar todo lo referente a las pulseras inteligentes. En lo negativo esta el valor de la mejora y seguro que esto sirve para que el Low no decaiga en el fin de uno de los referentes del verano. Creo sinceramente que se ha dado un paso hacia delante con un cartel muy sólido y que todo el mundo ha podido disfrutar de principio a fin pero que en el tema organización se han dado dos pasos para atrás. ¡¡¡Ya estamos deseando que se comience con el LOW 2017!!!!

revistaindie.com es una publicación Copyleft