LA GRAN PEGATINA
Madrid, 15 de octubre de 2016. Sala La Riviera
Según dicen los expertos de los proverbios “menos es más” o “el buen perfume viene en frascos pequeños”. Sin preguntarme sobre la veracidad de dichas afirmaciones, he de decir que lo vivido los días 14 y 15 en la sala Riviera de Madrid suponen la excepción que confirma la regla.
La pegatina se subía un año a los escenarios de la capital, pero esta vez, además de los siete integrantes originales del grupo, se les sumaba como voces (Maribel “La Canija” y Pipo Ti) al saxo Tuli, al trombón Marcos Crespo, al violín Víctor Guadiana, a la guitarra eléctrica Miki Florensa y como videojockey Thibault Chenard.
El resultado: más música, más saltos, más fiesta y, en resumen, más buen rollo.
En las casi tres horas que duró el concierto la gente no paró de cantar y de bailar. Ritmos mexicanos, ruberos, salseros, etc. se iban sucediendo y alternando con ritmos más rockeros y de ská.
Era el lugar adecuado, en el momento adecuado y con la gente adecuada; y digo esto porque la sala puso todas las herramientas posibles para un gran espectáculo de luz y sonido, la pegatina celebraba sus conciertos número 999 y 1000 y por qué no se sabe quién estaba más animado, si el grupo por llegar a dicha cifra, o el público por el gran espectáculo que estaban disfrutando.
Por el escenario pasaron canciones de todos los discos adaptados al nuevo elenco que se subían sobre el mismo. No faltaron las más sonadas “Lloverá y lloveré”, “Y se fue”, “Olivia”, “El curandero”, “Miranda” o “Vamos a por ti”. Esta última grabada inédita para estos 5 meses de gira.
Tampoco faltaron los juegos musicales en los que Adriá o Thibault animaban al público a participar activamente en el concierto, contribuyendo a mejorar una experiencia casi inmejorable.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando Adriá y “La Canija” interpretaron juntos uno de los mejores temas de toda la discografía de La Pegatina: “Alosque”. Durante la misma, se pudo ver a una Canija más que emocionada que se detenía, deleitando sus oídos con las voces ensordecedoras del público cantando las estrofas de la canción.
El autobús que traía a “Mari Carmen” se perdió por lo madriles pero consiguió llegar a tiempo para poner punto y final a esta gira de cinco meses inolvidables tanto para ellos como para nosotros, quedando una pregunta en el aire ¿Volverá a juntarse “La Gran Pegatina”?