PABLO UND DESTRUKTION. "NO NI NA"
Toledo, 1 de abril de 2016. Sala Pícaro
El asturianu Pablo se presentaba en Toledo en solitario, con la sola compañía de su preciosa guitarra, el amplificador, la pedalera y dos micrófonos, siempre juntos. A la llegada al local parecía que las expectativas se iban cayendo poco a poco, nada más que por encontrarse con la ausencia de la banda de “la tribu del trueno” que le acompaña en su último trabajo publicado en directo. Quizás, parece que un músico sólo no puede alcanzar la excelencia de toda una banda. Pronto caeríamos en sus redes, encandilando a todo el personal, que en un número superior a cincuenta se aproximaba a la Sala Pícaro. Una sala que comienza a remodelarse para ponerse más guapa y mucho más aprovechable en el formato concierto. Nuevos suelos y sillones y más espacio en la parte baja. Gran trabajo el de la Pícaro en la difusión de este tipo de música que no muchos saben apreciar en ésta nuestra ciudad.
Lo del asturiano por el mundo, Pablo Und Destruktion, comenzaba a tornarse en una auténtica perfomance con todas las letras y que a buen seguro, y sin saberlo, obtendría un sobresaliente en otros comportamientos artísticos en la facultad de bellas artes, de Cuenca, a poder ser. Siempre con la sonrisa y a veces ido en sus cosas, abstraído como si los demonios le llevasen hacia el infierno más profundo, iba accionando los pedales para activar los delay que le permitían hasta pasearse por la sala para tomarse un chupito en la barra sin que la música parase. Gran volumen y garra desorbitada que nos dejaba con los ojos grandes, con las pupilas encendidas, mirándonos entre todos y con el pensamiento de estar ante un gran espectáculo perfecto para el sitio y el momento en el que se estaba desarrollando. Un sonido perfecto con altibajos, sin descanso y un artista muy metido en su papel hacían que el perder un segundo por pedir una cerveza fuera prescindible.
Fue picando de todos sus trabajos. Por supuesto del último de estudio “Vigorexia Emocional”, pero también de los anteriores “Sangrín” y de “Animal con Parachoques” e incluso nos entregó una composición preparada en un papel unas horas antes. Todo parecía improvisado pero con las gran tablas de Pablo estaba todo medido, hasta las gaviotas de los Picos de Europa, con las que nos deleitó, moviendo los micros cual salto a la comba, estridentes ellas en los últimos temas de un bolo que al final lo tuvo todo. Buenos temas, fantásticamente interpretados y que contó además con un público entregado entra la admiración y el asombro. Pablo Und Destruktion estaba apuntado en la agenda como asignatura pendiente y en esa sigue, ahora con banda, porque si en solitario es así, yo lo quiero ver con banda. “No ni ná”
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