BILBAO BBK LIVE 2016. CALIDAD A RAUDALES EN EL KOBETAMENDI
Bilbao, del 7 al 9 de julio de 2016. Kobetamendi
Parte del equipo de Música Envenenada estuvimos la pasada semana en Bilbao, con motivo del Bilbao BBK Live Festival. En su undécima edición, el festival que se celebra en el Kobetamendi, contaba con un cartel de ensueño, con muchos de los mejores grupos internacionales y nacionales que en el pasado año lanzaron material y siguen dándolo a conocer al público.
En esta ocasión, Adrián YR, BulletProof DJ y un servidor, Envenenadub, nos desplazamos hasta allí y en revistaindie.com os contamos como fue.
PRIMER DÍA: JUEVES 7 DE JULIO
La primera jornada, celebrada durante el jueves 7, la pasamos a caballo entre los dos escenarios grandes, Bilbao Stage y Heineken Stage. Nosotros la iniciábamos a las 7 de la tarde, encaminándonos al prinicipal, el Bilbao Stage, abierto por Years & Years, el trío londinense (ésta vez en formato sexteto, con un baterista y dos coros) comandado por Olly Alexander, con unos bailes dignos de contorsionista, presentaba los temas de su debut "Communion" (2015), e incluso se atrevían con una doble versión en un mismo tema de Katy Perry ("Dark Horse") y Drake ("Hotline Bling"). Un concierto vespertino bastante animado, que culminaron con sus hits "Desire" y "King".
Seguidamente cambiamos de escenario para ver a los escoceses CHVRCHES, en un auténtico recital de synthpop, con un bombo a negras latente durante toda la hora y una Lauren Mayberry desmelenada, que espoleó al público del Escenario Heineken pese a la lluvia que intentaba abrirse paso, y también pidieron perdón por el Brexit. En lo musical, el repertorio fue una coctelera de los mejores temas de sus dos únicos discos hasta la fecha, "The Bones of What You Believe" (2013) y "Every Open Eye" (2015), que fueron "Never Ending Circles", "Gun", "Clearest Blue", "Recover", "Leave A Trace", "Make Them Gold" o "The Mother We Share", con la que finalizaron un concierto que un horario más nocturno se podían haber aprovechado mejor los juegos de luces y flashes que portan los escoceses en sus shows.
A las 21:30 (aunque con 15 minutos de retraso) se subían al escenario principal M83. Los de Anthony González aparecieron con una puesta en escena espectacular, con juegos de luces e iluminación intergaláctica que acompañaba a un sonido excelente. Canciones como "Do It, Try It", "Reunion" o "Go" (con Mai Lan a las voces) dieron fe de ello, aunque el clímax final que todo el mundo esperaba llegó con el mítico "Midnight City".
Rapidamente cambiamos al Escenario Heineken para coger buen sitio en el concierto de New Order. Los británicos, aunque tuvieron un comienzo titubeante en lo que a sonido se refiere, tiraron de veteranía pero no se olvidaron de temas que conforman su última creación "Music Complete" (2015), como "Singularity" (con la que abrieron set), "Tutti Frutti" o "Plastic". Ahora bien, se denotó la influencia disco del último álbum en clásicos como "Bizarre Love Triangle" o "True Faith" (de ahí los bailes comedidos pero con mucho señorío de Bernard Sumner), pero su punto álgido llegó en los últimos compases con "Blue Monday", "Temptation" y el esperado homenaje a Joy Division con esa preciosa versión de"Love Will Tear Us Apart".
Arcade Fire llegaban a Kobetas tras anunciar un concierto sorpresa la misma semana en Barcelona que no pareció causarles mella. Uno detrás de otro, fueron encadenando grandes temas como: "Ready to Start", "The Suburbs", "Reflektor", "Afterlife", "Normal Person", "We Used To Wait", "Sprawl II", combinados con una gran iluminación adornada con un juego de espejos impresionante. La traca final del concierto fue apoteósica, con canciones como "No Cars Go", "Here Comes The Nightime", "Rebellion" y, para mí, un homenaje (aunque ellos mismos no lo mencionaron como tal) al mismísimo David Bowie con ese "Wake Up" que tantas veces interpretaron juntos en directo (seguro que el mismísimo sonreía y se lo cantaba allá en las alturas). En definitiva, un auténtico espectáculo de doce virtuosos que se intercambiaban instrumentos a cada canción. El único pero: el mal sonido al principio y la insistencia del público en corear hasta los punteos, pero bueno, detalles que siempre tienen solución.
Y de vuelta al escenario Heineken, terminábamos la jornada del jueves con el concierto de Hot Chip, que siguen de promo con su "Why Make Sense?". Ataviado con un peculiar atuendo, Alexis Taylor y su voz angelical se abrieron paso con los ritmos electrónicos en un setlist espectacular: "Boy From School", "Over and Over", "I Feel Better", "One Life Stand" o "Flutes" fueron causantes de los bailes y brincos que pegamos y las consecuentes agujetas del día después.
SEGUNDO DÍA: VIERNES 8 DE JUNIO
El viernes nos dejamos caer por Kobetas un poco más tarde que el día anterior, siendo de día aún, y decidimos emprender nuestro segundo round con el concierto de Belako. O como ellos mismos lo han bautizado "BOLAKO". Situados en el escenario pequeño, el Pepsi Stage, a los vizcaínos no les pudo la presión de jugar en casa, y salieron enchufadísimos, con un atrezzo formado por televisiones retro. Sonido espectacular, guitarras contundentes adornadas con sintes, bajos punzantes y voces melódicas a la par que desgarradoras. Con "Hamen" (2015) aún en la retina, pero sin dejar de lado "Eurie" (2013), el repertorio fue impresionante: "Track Sei", "Vandalism", "Nomad", "Zaldi Baltza", "Guk Emanez" o la versión del Sinnerman de Nina Simone (incluida en "Hamen"), el público enloqueció con saltos, pogos y gente por los aires. En resumen: a Lore, Cris, Lander y Josu se les quedó pequeño el escenario, porque lo dieron todo. Un concierto de 10.
Mientras nos dirigíamos al escenario Heineken, nos dió tiempo de ver el final del concierto de Love Of Lesbian. En su debut en el festival bilbaíno, Santi Balmes declaró que fue "una primera vez espectacular", siendo el festival "más bonito y con mejor atrezzo" en el que han tocado. No cabe duda de ello, puesto que con "Club de Fans de John Boy" y "El Poeta Halley" la gente estaba entregadísima. Una vez en el Heineken Stage, tocaba turno para Grimes. La puesta en escena, fue impresionante. Acompañada de dos bailarinas y una componente de apoyo, la sensación que dejó fue de: "Yo me lo guiso, yo me lo como". Con teclados y sintetizadores y una guitarra, el comienzo fue espectacular, hasta que sufrió el percance de la noche: un apagón sufrido por causa de sobrecarga de generador. Hasta entonces casi todo el repertorio estaba dedicado a su último trabajo "Art Angels" (2015). Parte del equipo se quedó esperando a la reanudación, que se produjo 20 minutos después para seguir con la misma intensidad y terminar con "Kill V Main", mientras que otra parte nos dirigimos hacia el Bilbao Stage para coger sitio en la que para mí (Envenenadub) fue la actuación de la noche: PIXIES.
Los de Boston no se arrugaron, y en un concierto que reunía a gente de su quinta y a gente más menuda, poco efusivos a la hora de dirigirse al público, pero contundentes, como de costumbre. Con Paz Lenchantin (ex A Perfect Circle) al bajo (que ya entró para su último trabajo de estudio "Indie Cindy", 2014) acompañando a Black Francis, David Lovering y Joey Santiago, los temas más míticos quemaron las gargantas de los asistentes (que me pregunten a mí) como "Wave Of Mutilation", "Monkey Gone To Heaven", "Tame", "Isla de Encanta", "Gouge Away", "Velouria" o "Hey". No se olvidaron de "Um Chagga Lagga" del que será su nuevo disco "Head Carrier", ni de terminar con los clásicos "Where Is My Mind?", "Debaser", "Caribou", y "Here Comes Your Man". Por supuesto, me vuelvo a permitir el lujo de destacar a Paz Lenchantin, colosal, que ha hecho que no echemos de menos a Kim Deal.
Tras ver a los "Duendecillos", decidimos reponer fuerzas mientras a lo lejos se oía la electrónica de Underworld y decidimos emprender el camino a la carpa, donde estaban Slaves dándolo todo. En su habitual formato, dúo de guitarra y batería (sin bombo, que conste), con su actitud punk, se metieron en el bolsillo a los curiosos que por allí se dejaban caer, sin tener en cuenta a los incondicionales. Con ellos y su potente "The Hunter" dimos por finiquitada la jornada del viernes, ya que, nos esperaba un último día bastante completito.
TERCER Y ÚLTIMO DÍA: SABADO 9 DE JULIO
La jornada del sábado decidimos iniciarla por la mañana. Si bien durante los tres días se organizaban conciertos repartidos por diferentes puntos de la ciudad de Bilbao (Nudozurdo, Juventud Juché, John Berkhout...), el sábado nos decantamos por ver a León Benavente en su versión mañanera en el Paseo del Arenal. Bajo un sol de justicia aparecieron ante la gente que allí se acercaba, en un entorno muy familiar a la par que juvenil, comenzando con el gran primer single de su nuevo disco "2": "Tipo D", para así seguir con un repertorio que hizo que los más adormilados reaccionaran rápidamente; tal fue el caso de "Ánimo Valiente", "Gloria", "La Ribera", "California" o "Rey Ricardo", para así terminar con un sublime "Ser Brigada".
Volvimos a reengancharnos al festival a mitad de la tarde, con una Courtney Barnett en el Bilbao Stage, melena en cara, a guitarrazo limpio. Precisamente yo llegué en "Pedestrian at Best". Rock áspero y sin medias tintas y de ello dejó constancia en su actuación en el BBK Live, sorprendiendo a más de uno.
Tras ver brevemente como Father John Misty enamoraba a todo el personal (sobretodo a las primeras filas, que se lo pregunten al chico al que quitó su móvil para grabar un vídeo de su mirada de Paul Newman) del Heineken Stage con su mezcla de folk, rock setentero e incluso electrónica, fuimos rápidamente a tomar posiciones hacia el Bilbao Stage en el que para mí, era el plato fuerte del día.
Lo de Tame Impala no es normal. O si lo preferís así, es de otra galaxia. Kevin Parker, como de costumbre, descalzo y con cubata en mano, apareció junto a su séquito saludando de manera políglota. Pero eso es lo de menos, porque la actuación de los australianos fue un chute brutal de potencia y psicodelia. Tras una puesta en escena con "Nangs", marcaron un golazo por toda la escuadra con "Let It Happen". Clavado al disco, ocho minutazos de loops, guitarras rasgadas con reverb y sintes absorbentes. Como ya he dicho, un concierto a medio camino entre la potencia y la hipnosis, con temas como "Elephant", "Yes I´m changing", "The Moment", "Eventually", "The Less I Know The Better", "Mind Mischief", aderezado con unas visuales que las hubieran firmado hasta las alucinaciones de Dumbo, hasta finalizar con "Feels Like We Only Go Backwards" y "New Person, Same Old Mistakes". En definitiva, un servidor se queda con este concierto como lo mejor del festival y con la impresión de que hay gente tan maravillosa que musicalmente puede hacer lo que le viene en gana.
Mientras Editors levantaban al publico del Heineken Stage, nosotros volvimos a ver a otra banda australiana en directo. Hablamos de Jagwar Ma, que al igual que con los de Birmingham también se solapaban con León Benavente en su actuación nocturna. Como sus compatriotas Tame Impala, su fusión psicodélica de electrónica, rock y sonido Manchester dejó huella en Kobetamendi. Aún sin pistas de si habrá nuevo trabajo proximamente, los temas que conforman su debut "Howlin" de 2013, como fue el caso de "Uncertainty", "Come Save Me", "The Throw" o "Man I Need" se encargaron de reventar la carpa antes de tiempo.
Nada más acabar los australianos corrimos de inmediato para disfrutar del que para muchos era el plato fuerte de la noche: Foals. Tras un comienzo demoledor con "Snake Oil" que continuaron con los ya clásicos "Total Life Forever" o "My Number", los de Yannis Phillipakis (que hizo buen acopio de sus berridos guturales y finalmente acabó entre el público, o mejor dicho, entre los dos públicos) sorprendentemente pasaron a un repertorio más melancólico y lento, con temas como "Late Night", "Spanish Sahara" o "A Knife In The Ocean", para volver a meter el turbo con "Mountain At My Gates" y finalizar con los bises "What Went Down", "Inhaler" y "Two Steps, Twice".
Al terminar el concierto de los británicos, mucha gente optó por dividirse entre darlo todo con Soulwax en el Heineken Stage o hacer tiempo antes de que Wolf Alice tomaran la carpa. Sin embargo, nuestros pies aguantaron hasta llegar al Pepsi Stage para ver como lo cerraban Triángulo de Amor Bizarro. La maquinaria de los gallegos no defraudó, y alternando temas de "Salve Discordia" (2015) como "Barca Quemada", "Nuestro Siglo Fnord" o "Baila Sumeria" con los ya míticos "Estrellas Místicas" o "Robo Tu Tiempo" hizo que la reserva en la que estábamos aguantara el último empujón. Que decir del gran final del concierto y para nosotros ya del festival, cuando sacamos fuerzas de donde no las había para saltar y cantar "De La Monarquía A La Criptocracia".
En definitiva, un gran festival, en un marco incomparable, con un cartel de 10 y un nivel de artistas impresionante. Para algunos era la primera vez, y no descartamos volver pronto, quien sabe, a lo mejor podemos decir eso de:
¡Hasta el año que viene, Kobetas!
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