ALBERT PLA
Cuenca. 23 de Octubre de 2014. Sala Babylon
La ya mítica sala conquense se completó, con todas las entradas vendidas, para ver algo más que un concierto de música ligera. Lo que Albert Pla presenta es un espectáculo integral con teatro, poesía, reivindicación polémica, ingenuidad, interacción con el espectador y además con unas melodías musicales dignas de los mejores. Son muchos años de carrera del de Sabadell y además rodeado de la extraordinaria guitarra de Diego Cortés, artista que sin Pla i Álvarez llenaría cualquier local y hasta el mismísimo Madison Square Garden, como ya hizo en sus inicios flamencos. Y es que Albert Pla sabe llevarse al público por su lado desde el primer minuto y no necesita ni su guitarra para encandilar con sus poéticas letras que enganchan y hacen reflexionar con lo que ahora sucede. Mucho tiempo hace de algunos de los temas, pero éstos no pierden vigencia y algunos la recuperan sólo con ver las noticias cada día.
Fue a la mitad del recital cuando dejo los mandos a Diego Cortés para una exhibición con la guitarra española que dejo al público con la boca abierta en diez minutos intensos aporreando la española para que de ésta saliera gloria acompañada por samplers que daban empaque a todo como si de una banda se tratara. Y volvió a salir el protagonista de la noche para interpretar, cigarro en mano, “La Colilla” de su último trabajo “La Diferencia” haciéndonos creer que de verdad estaban desapareciendo los Estados Unidos de América bajo su fuego.
También con sus leds colgados en la cabeza Albert Plá se paseó con su guitarra por la sala para seguir con su s temas en lo que demuestra una vez más la interactividad desmesurada que necesita de su público y lo teatral de su propuesta. No podían faltar en su repertorio todos esos éxitos irreverentes que encumbraron a Albert Plá como estrella mediática y aunque faltó el “Soy Rebelde” si tuvieron cabida otros como su “Carta al Rey Melchor” o “El Lado Mas Salvaje de la Vida” con el que cerró un recital extraordinario en el que el público salió con una sonrisa mas que acusada. Y es que el público quería e iba a escuchar a Pla y basta con mencionar el pulcro silencio de la sala en las partes más silenciosas de los temas del de Sabadell. Por lo menos te olvidas de tus problemas durante una hora y media gracias a dos artistas inigualables.
