GENTLE MUSIC MEN
Toledo. 17 de Octubre de 2013. Sala Pícaro
Se presentaba por segunda vez en la ciudad la banda del incombustible Dani Poveda y la verdad es que un servidor, nunca había tenido la oportunidad de disfrutar de un concierto de los de Vilanova, y ahora después de el primero me estoy arrepintiendo de no haber disfrutado antes con la agradable música de Gentle Music Men.
Presentaban su tercer disco “Sueño Infinito” y la verdad es que arropado por una gran banda con un sonido impecable el bueno de Dani saco toda su fuerza para, después de un duro día de trabajo (concierto radio3 y viajes de por medio), darlo todo en los poco más de sesenta minutos de actuación en la singular Sala Pícaro de Toledo. Una sala totalmente vacía, que da una pena mas que notable, ya que si un artista necesita comer de algo es del calor del público, y éste, el jueves faltó. Se podían contar los asistentes con los dedos de la mano, por lo que eso parecía más un concierto privado que uno abierto a la gente, que falló y mucho. Señores no se puede pedir que te traigan a tu ciudad buenos conciertos y después no acudir a estos, ya que , llegará el día que las salas se cansarán y dejarán los conciertos no rentables de lado y será cuando nos quejemos.
Con una formación actual mas reducida con batería, bajo, guitarra y violín y con el frontman Dani Poveda a los mandos, hacía tiempo que el sonido de la sala no era tan limpio y pulcro como lo fue el pasado jueves y quizás por ese sonido salimos del concierto con la satisfacción de haber contemplado para nuestros oídos a una banda de las buenas, de las que en el futuro coparan el cielo del indie nacional.
Fueron cayendo los temas de su último largo sin la sensación de ir agotando el tiempo, “la suerte”, “si hay para tanto” o “disimulando” dieron paso a temas del segundo disco de Gentle Music Men “Cuentos Modernos”. Mientras Dani Poveda se relajaba con los asistentes hablando un poco de todo, Vilanova entre sus temas, afinando hasta el extremo su acústica. Grandes solos de guitarra extraordinariamente acompañados por una batería suave y sin desmesura con un punto picante de la mano de ese violín encajado de manera excepcional y con un bajo magnífico incrementan el sabor de las melodías ideadas por Dani Poveda para este indie-pop que a buen seguro hubiera hecho las delicias del que se hubiese acercado al Pícaro esa noche. Pero todo fue en vano salvo para los pocos que acudimos y salimos prendados de la música de los de Vilanova.
La noche no podía terminar mejor con los mejores temas de su último trabajo “lo siento”, “nómadas” y por supuesto “sueño infinito” que además de dar título al álbum fue el mejor final de concierto que se podía ofrecer. Lo único que se puede añadir es un Gracias por la profesionalidad demostrada, ya que más de uno hubiera tirado la toalla ante tan baja audiencia.
