EELS: "A NATURAL, SPECTACULAR EVENT"
Texto: Patricia Sánchez
Madrid. 28 de Abril de 2013. Sala La Riviera.
Después de casi dos años sin pisar Madrid, Mark Oliver Everett volvió para presentar “Wonderful, Glorious”, el décimo e increíble álbum de los americanos.
El ambiente se caldeaba en los bares de alrededor de La Riviera sobre las 19 horas, todos impacientes por ver a Eels de nuevo. A las 20.45 la sala estaba repleta, estábamos posicionados para disfrutar del show que comenzó puntual.
Se apagan las luces y van saliendo a escena uno a uno los cuatro componentes de la banda de Mr. E, y por último él. Todos uniformados con un chándal Adidas negro con rayas blancas y gafas de sol, sí si… ¡un chándal! Después de verlos en la anterior gira tan elegantes con sus trajes de chaqueta impecables, nos sorprenden con un look informal que te hace pensar al principio “Éstos, ¿qué van ahora de homeless con guitarras?”, pero tras escuchar los primeros acordes de Bombs Away te das cuenta que no han perdido ni un ápice de esa elegancia y estilos que les caracteriza.
El espectáculo no había hecho más que comenzar, con un público respetuoso y entregado desde el primer minuto, entre los asistentes se encontraban personalidades del panorama musical español como Ángel Carmona y Charlie Bautista. Eels fueron presentando temas de su nuevo álbum “Wonderful, Glorious” casi por completo. El repertorio elegido era arriesgado, muchos temas nuevos y pocos antiguos, aún así nos sedujo con su aullido al sonar los acordes de Prizefighter y Peach Blossom.
La puesta en escena era impecable, la iluminación cambiaba y vibraba con cada nota y el sonido te invadía al instante haciéndote bailar y cantar cada una de las canciones.
Después de diez semanas girando por Europa, el de Madrid, era el último concierto. Se notaban algo cansados, pero tenían mecha para quemar la capital. Entre sus speeches, Mr. E nos presentó a toda su banda al completo e hizo una ceremonia de renovación de los votos de su guitarrista, The Chet, que según comentó llevaba 10 años tocando con él y acabaron el acto con un emotivo abrazo grupal.
Continuaron con Souljacker Part I y Wonderful, Glorious para cerrar la primera parte del concierto y echarse una “siesta” como dijo Mr. E. Nos habían dejado con ganas de más, y tras un largo aplauso de toda la sala, esperábamos su vuelta. No tardaron en aparecer con dos bises más tocando My Beloved Monster, Mr. E´s Beautiful Blues y la tan esperada Fresh Blood, con la que acabó oficialmente el concierto con una interminable ovación del público acabando con la frase “Sí, se puede. Sí, se puede” que dijo uno de los componentes de la banda. Quien diga que no se emocionó en ese momento, miente.
Cuando la mayoría de la sala ya se había marchado y los mas remolones seguíamos allí a los casi 10 minutos, aparecieron los cinco de Eels con las luces encendidas y tocaron dos temas más en petit comité, porque las sorpresas siempre se dejan para el final. Y este, fue un gran final digno de cierre de la gira europea que sólo lo disfrutamos los mas pacientes. Aunque se hayan recortado la barba, Eels fueron maravillosamente gloriosos.