OSCARS 2016
“El año de DiCaprio, Morricone, Lubezki, y... ¿Mad Max?”
Hacer una crónica de la gala de los Oscars de este año es cuanto menos tedioso. No sólo por algunas de las películas presentes, o por nominados y presentadores, sino porque en la más grande fiesta del cine, aquella que todo amante del celuloide espera durante un año, no se habló de cine.
La desigualdad racial en Hollywood es una realidad, pero la queja en sí, está mal enfocada y realizada. “¡No hay nominados de color en los Oscar!”. Quizás el punto sea pedir más y mejores papeles protagonistas o secundarios, igualdad de salarios... donde, seamos también claros, otras etnias importantes americanas como la asiática, hispana o india salen peor paradas. Pero bueno, centrémonos, de una vez, en el cine:
Tras un par de bromas raciales que arrancó tantas sonrisas como gestos serios, comenzó la gala. A modo de innovación, dos categorías de las llamadas “grandes” como son las de guión abrieron la entrega de premios. Suelen ser dos importantes baremos para saber por dónde van a ir el resto de premios y cierto es, que los premiados, entraban en todas las quinielas: 'Spotlight' se alzó con el mejor guión original y 'La Gran Apuesta' con el adaptado. Tras esto, llegaron los premios técnicos. Si alguien dudaba cuál sería la ganadora en la mayoría de estos apartados, poco atento había estado al año. ¡Sed testigos! se gritó y MAD MAX, mayúscula técnica y visualmente no encontró rival en la primera hora de gala. Ni siquiera Paco Delgado, nuestro único representante español, pudo ganarle la partida en la categoría de vestuario a la espectacular cinta australiana. Se llegó al punto incluso, tras su triunfal racha con seis premios consecutivos, en el que Louis C.K. bromeó al entregar el Oscar al 'Mejor Corto Documental' también a la loca película de Miller.
La primera sorpresa de la noche llegó con el Oscar al mejor actor de reparto. Si bien es cierto que se habían repartido galardones en los festivales previos, todo indicaba que se iba a homenajear la carrera de Stallone por su papel en 'Creed', el papel del Rocky que le dio la fama, envejecido y entrenando al hijo de su mayor rival. Por suerte para la historia del cine, triunfó el sentido común y ganó aquél que más lo merecía, Mark Rylance, por su inalterable rol de espía ruso. Alicia Vikander, a la que la productora de 'La Chica Danesa' prefirió sin motivo presentarla como actriz de reparto en vez de principal, recogió su merecida estatuilla dorada. “El chivo” Lubezki, logró un hito más que merecido al ganar su tercer Oscar en tres años consecutivos a la mejor fotografía: 'Gravity' (2013), 'Birdman' (2014) y 'El Renacido' (2015). Sin este genio mexicano, las cintas de Alfonso Cuarón y Alejandro G. Iñárritu no serían ni parecidas.
Acercándonos al final de la ceremonia, siendo ésta una gala vacía de emociones y espectáculos, Lady Gaga nos regaló el momento más emotivo y sentido de la noche. Interpretó desgarradoramente la canción por la que competía, 'Til it happens to you', rodeada de niños víctimas de abusos. La ovación y las lágrimas entre los presentes, sin embargo, no le dieron la estatuilla que fue a parar a manos de Sam Smith. Acto seguido, le siguió otro de los grandes momentos del año, un genio de la música como Ennio Morricone, a la altura de los multigalardonados John Williams, James Horner o Alan Menken, recibía su primer Oscar a los 87 años de edad. Su abrazo con su rival y amigo Williams, sumado a la ovación recibida, puso la piel de gallina a más de uno. Historia viva del cine.
Cambiaron el orden de entrega, para sorpresa de todos, y por primera vez en la historia el Oscar al mejor director no fue el penúltimo en entregarse. Aquí, de haber podido, habría dividido el galardón en dos y le habría dado la parte más grande a George Miller por Mad Max. El ritmo trepidante en las escenas de acción, la tensión de la película y cada coreografía, requerían un dirección sublime y el australiano cumplió con creces; la otra parte (más pequeña) del premio se la habría dado a Iñárritu, un increíble creador de atmósferas, sensaciones y ritmo, que, por cierto, se llevó el premio entero. Brie Larson, al ver que Alicia Vikander no competía en esta categoría, pudo respirar tranquila y sin sorpresa subió a recoger el premio a la mejor interpretación femenina del año por 'The Room'.
Y por fin, señoras y señores, llegó el momento. Tras cuatro nominaciones, cien campañas a favor, y mil memes... hubiese sido un año propicio para que subiese 'Pé' y gritase ¡LEEOOOO! Sí, Leonardo DiCaprio se alzó con la estatuilla que se le resistía. No hubo pie para la sorpresa. Hasta este año, se había quedado a las puertas ante unos rivales increíbles y justos ganadores como McConaughey, Whitaker o Jaime Foxx. Sin unos rivales que le hiciesen sombra en esta categoría, su mayor amenaza era Eddie Redmayne y, aunque habría sido justo ganador, venía de recibir el premio la gala anterior y tampoco hay que abusar; así que el bueno de Eddie disfrutó desde su butaca del speech serio de Leo, reivindicando y dando un toque de atención a las potencias mundiales sobre el calentamiento global.
Sólo quedaba saber cuál era la mejor película del año (para los académicos). El recuento estaba en Mad Max (6), El Renacido (3) y... pocas más opciones se veían. Morgan Freeman, fue el encargado de entregar este galardón. Sí, decimoquinto guiño a la igualdad racial. Con gesto adusto y serio abrió el sobre. No había un matiz de felicidad propia de esta gran fiesta del cine, parecía así, que él, también mostraba sus quejas a la academia. Sí que hubo un cambio de seriedad a sorpresa al anunciar: ¡Spotlight! Hubo aplausos, sí, es el protocolo normal al dar un premio. Pero se pudieron intuir murmullos extrañeza y comentarios. ¿Spotlight? ¿De verdad? Sí. Se llevó dos premios. Dos grandes. El primero en entregarse, mejor guión original, y el último, el que la distinguía como mejor película. Mi opinión es que Spotlight, al igual que La Gran Apuesta, son dos grandes historias pero no del todo bien llevadas. Sus carencias en categorías como dirección, montaje o actores así lo demuestra. Con una buena historia y guión le bastó en un flojo año de cine. Quizás compitiendo en 1994 con Forrest Gump, Cadena Perpetua y Pulp Fiction, ni Spotlight, ni Leo, ni Morricone tendrían premio. Pero eso ya, es otra historia...