ENERO. THE WILDS
Una serie con un accidente de avión que acaba con sus supervivientes en una isla desierta, ya era hora. Nada que ver con Lost, ¿o sí? Amazon nos trajo el pasado mes de diciembre The Wilds, una historia aparentemente sencilla sobre unas cuantas adolescentes perdidas en la que nada es lo que parece.
Nueve jóvenes se dirigen en avión a un retiro feminista en Hawai que pretende ser entre una terapia catártica y un descanso paradisiaco. El avión se estrella y quedan a merced de la naturaleza en una isla que poco tiene que ofrecer. A partir de aquí, flashbacks para contarnos detalles de la vida de cada chica que nos ayudarán a entender el porqué de cada comportamiento y personalidad. Sí, flashbacks al estilo Perdidos, muy necesarios, pero quizás bastante más manidos a estas alturas de la película. Algunas historias parecen sacadas de telefilms de por la tarde de Antena 3. Esto es un punto en su contra, sin embargo, esas historias simples no nos sacan de la historia, lo que demuestra que cuando una ficción está bien contada y los tiempos de la narración bien definidos, el entretenimiento puede a la falta de originalidad. En esas historias de las chicas, de fondo, encontramos una crítica al patriarcado, no sé si con cierta brocha gorda o que simplemente las historias están ya muy vistas, lo que pasa es que no están excesivamente subrayadas y la verdad es que no apabullan al espectador lo más mínimo. Más bien están ahí colgando para que cada uno coja libremente el mensaje y, si nos apetece, nos haga pensar en la causa de todos esos problemas.
La estructura del guion juega con nosotros muy inteligentemente, ya que todo lo que pasa en la isla está siendo contado por las protagonistas a un par de sospechosos agentes de dios sepa qué organización. Aún sin abusar del cliffhanger, esas pildoritas de información que la trama nos va dejando muy poco a poco de los distintos planos temporales, nos hacen ir enganchándonos cada vez más a la historia. A toda esta intriga que nos deja la falta de información hay que sumarle los giritos bien colocados y una traca final bien dispuesta para una segunda temporada.
Con algunos personajes nos va a costar empatizar, hasta el punto de cogerles bastante grimita, pero es importante no juzgar con antelación, porque a lo largo de los diez capítulos de la serie, nuestra opinión sobre muchas irá cambiando. El reparto, a pesar de ser bastante desconocido, está a muy buen nivel, obviamente, algo básico en estas historias tan de personajes.
Sara Stretcher ha creado una serie que no prometía mucho sobre el papel pero que resulta especial y muy adictiva. Este mes de diciembre está plagado de productos altamente adictivos y bien escritos, véase el caso de las netflixeras Cobra Kai o Alice in Borderland. Puede que nos vengan muy bien para los próximos días.