ABRIL. THE OA

oa portada pop rock indie seriemesborja amarillo pen

Esa típica historia de una muchacha ciega desaparecida durante varios años que regresa de la nada después de 7 años con la vista recuperada, lo que así, a priori, parece una película de sobremesa de Antena 3 mezclada con alguna dosis de psicotrópicos es una de las series de ciencia ficción más atrevida y sorprendente de los últimos años.

Netflix estrenó la primera tanda de 8 episodios de The OA allá por 2016, dejándonos a todos con el culo torcido. La historia se movía entre el drama indie y la ciencia ficción, siempre situando a este último aspecto a caballo entre lo “real” y la locura de la protagonista. Lo cierto es que la parte dramática era realmente interesante, centrada en los problemas sociales y emocionales de los protagonistas, desde un adolescente trans a una solitaria profesora, pasando por chavales desfavorecidos. La parte de ciencia ficción de la historia nos pedía, como la propia protagonista en la serie, un salto de fe, simplemente confiar en todo lo que Prairie, la muchacha ciega en cuestión, nos iba contando poco a poco sobre lo sucedido durante su desaparición y de cómo había vuelto, aunque no entendiéramos nada. 

oa 01 pop rock indie seriemesPues bien, esa confianza que depositamos en Praire tendremos que renovarla en la segunda parte. Si la primera nos dejó un cliffhanger mayúsculo, enseguida observaremos que lo abstruso no ha hecho nada más que empezar. Además, ahora, la historia avanza a través de 3 subtramas interdimensionales, en las que los personajes siguen buscando y buscando respuestas a preguntas sobre nuestra existencia y nuestras conexiones en el universo con todo lo que nos rodea, casi nada.

No sé si será porque el que aquí escribe es un poco cortico, pero la impresión de esta temporada es de entender aún menos cosas que en la primera, cosa que, contra lo que pudiera parecer en principio, no le resta interés alguno a la serie. Es como si una vez que decidimos creer a OA (Prairie) fuésemos uno de los personajes que la siguen incondicionalmente, sabemos que nos va a llevar a algún lugar, simplemente hay que dejarse arrastrar hacia él.

Me cuesta un poco acercarme a este tipo de series desde el dolor que a muchos nos produjo el final de Lost, eso no quita el cariño que le sigo guardando. Mucha gente asocia la desilusión por el final con una falta de entendimiento o de confianza en la historia, no es el caso. Tampoco es el momento de reabrir esa vieja herida, snif. Prefiero pensar que esa temporada (o temporadas) final fallida sirvió para que sus dos creadores, JJ Abrams y Damon Lindelof, parieran las que para mí serían sus dos grandes obras, Fringe y The Leftovers. Lo cierto es que, en mi opinión, son dos series que están muy presentes en The OA. Intentando no hacer spoilers, ambas nos pedían también que creyéramos en la historia sin tomarnos por estúpidos, lanzando preguntas confusas a diestro y siniestro. Lo del tema de los universos paralelos y de no entender nada en muchas ocasiones, pues también está ahí.

oa 02 pop rock indie seriemes

No serán las dos únicas referencias que podremos apreciar en esta segunda parte. Hay capítulos que parecen transcurrir en el pueblo de Twin Peaks, tanto por el tipo de narración retorcida como por la estética utilizada en los abundantes momentos oníricos. 

Otra serie de tintes parecidos, aunque con una trama más entendible, también de Netflix, sería Sense8, de hecho, ambas historias bien podrían haber sucedido en el mismo universo. 

Brit Marling y Zal Batmanglij son los creadores y productores de The OA, y menuda pareja creativa forman. Además, Marling da vida a la ya citada Prairie. El resto del coral reparto lo forman caras no muy conocidas, debido a su juventud, aunque, por ejemplo, alguna sonará a los más seriéfilos, como Phyllis Smith (The Office) o Riz Ahmed, que se incorpora al final de la segunda tanda. Ah, también tenemos a nuestra Paz Vega, a pesar de que su presencia en esta segunda parte es casi testimonial.

oa 03 pop rock indie seriemes

¿Por qué deberíamos lanzarnos con una serie de la que poco vamos a entender sobre la trama y que nos va a dejar como el famoso meme de la chica pensando en fórmulas matemáticas? Pues por lo mismo que nos lanzamos de cabeza a la isla de Lost. Bajo toda la capa de ciencia ficción de calidad, que no es poco, encontramos una historia de personajes perdidos que encuentran un nexo en esta mierda de mundo que parece venirse abajo por momentos. Hasta la propia naturaleza se torna por momentos un personaje más.

Me estoy dando cuenta de que no he dado las suficientes explicaciones sobre la trama como para entender gran cosa, mejor, es mejor acercarse a The Oa sabiendo lo mínimo. Para colmo, de nuevo, el final nos deja colgando de una página de guion que bien podría haber escrito el mismísimo Charlie Kauffman colocado de la mejor mandanga meta, metaficción, no de la otra. Solo deseo que no haya que volver a esperar otros tres años para volver a encontrarnos con OA.

revistaindie.com es una publicación Copyleft