FESTIVAL GIGANTE. SÁBADO 5
Guadalajara, 5 de septiembre de 2015. Fuente de la Niña
Segunda jornada en el Gigante de Guada en lo que se prometía como una gran jornada con grupazos encima del escenario para completar dos días memorables de música en el estadio Fuente de la Niña de la capital Alcarreña. Ya sin las apreturas del primer día al tener en la muñeca la pulsera de entrada, pudimos disfrutar de los artistas desde el primer minuto.
Muchas cosas por mejorar y muchas por alabar, como los conciertos de la mañana en la Plaza Mayor. Esto que lleva haciendo el gran Ajenjo en Aranda desde hace tiempo y que ya es seña de identidad del Sonorama es lo que quieren hacer en Guadalajara. Si acercas la música de manera gratuita a la gente que no sabe que existe, seguro que alguno se engancha. Ambiente muy bueno en la plaza mayor, con calor, humano y con tres grupos en modo creciente de calidad. Nastys, con su punk raso comenzaron, también tarde, su descarga mas allá del medio día. The Noises congregó a muchos más fans que saltaron y bailaron con su propuesta. “Pacífico” es un disco que se debe descubrir y que en directo suena bien. Por último, en el horario mañanero, Correos nos fue metiendo tapas en versión rock, para que las cervezas supieran mejor. Consiguieron encandilar a más de uno que no conocía su existencia y completar un bonito bolo a las tres de la tarde, lo cual no es fácil. En el debe del escenario está el conseguir un mejor sonido para que la plaza pueda llenarse y todo el mundo pueda disfrutar de éstos conciertos en la hora del Vermut, que nunca deben parar. El año que viene más, por favor.
Ángel Stanich abría el escenario principal del festival a eso de las siete de la tarde. El de Santander atrae al mismo número de devotos que personas a las que le horripila. Para eso están los directos de la Ángel Stanich Band, como él mismo nos presentó, para descubrir a un músico al margen, distinto. Sonidos variados en un potente directo que a más de uno, que no quería verle, le entusiasmó. El césped se iba poblando para degustar a “Metralleta Joe”, con lo que cerró su concierto, con la gente entregada al baile, esperando que otro año tenga más suerte con el horario, porque además se merece que mucho más público pueda disfrutar esos ritmos que Ángel sabe contagiarnos.
Full es una banda sevillana que seguro dará mucho de que hablar. “Mi primer atraco” es su primer trabajo largo y te atraca, sí, en el corazón para llevárselo hasta exprimirlo con sus melodías. Una banda que crece y que aprende en cada directo y que además sabe aprovechar cada oportunidad, aunque sea a esas horas en las que no todo el mundo está en el recinto.
El corazón comienza a dividirse aunque el cuerpo no quiere, así que optamos por ver a Smile en el escenario mas pequeño. Los retrasos en las horas programadas empiezan a ser evidentes. Los de Getxo comienzan con su programa de sobredosis de buen rollo y relajación para, en cinco minutos, tener en el bolsillo a todos los que nos encontrábamos allí. John y los demás desprenden una energía más que positiva que te engancha de arriba a abajo. Te hace libre y te teletransporta a una playa a hacer surf. Los poquitos que estábamos allí no nos arrepentimos de haber ido a disfrutar del “lujamen” de tener a los Getxotarras a nuestra disposición. Grandes, muy grandes los Smile.
Dover vuelve a ser Dover. Bueno, aclaro, Dover vuelve a ser el Dover que a mi me gusta. De los que me compré ese “Sister” y que después sacaron el mejor disco independiente de la historia nacional junto al Super 8 de Los Planetas. El “Devil Came To Me” es el inicio del Grunge en España y eso se lo debemos a Dover. “Complications” es un disco que gusta en éstos lares y que aparca ese intento inútil de ser lo que no eres de anteriores trabajos. Concierto serio el de las hermanas Llanos con una configuración distinta, bajista Samuel Titos en el centro, con ese pelazo que da un envidia que no veas y Don Jesús Antúnez con la batería sin pedestal y demostrando que se encuentra a un nivel que pocos pueden alcanzar en nuestro país.
Volvemos a dividirnos para poder asistir a ver a dos grupazos, cada uno en un escenario distinto. Los de casa, los alcarreños, Idealipsticks dieron un concierto muy serio. Han ganado mucho peso con la últimas incorporaciones y suenan cada vez mas rockeros en su último disco y todavía más en directo. Los señores de Ryjlen, sobre todo Eva, nos daba las gracias por estar allí. Nosotros se las damos a ellos por hacernos disfrutar de esa intensidad y esa música en un escenario que llegaba a sonar mucho mejor que el principal.
Capitan Cobarde, The Rebels y Fizzy Soup se subieron encima del escenario pequeño mientras lo más esperado llegaba al principal, eso si con un retraso ya considerable, impropio de un festival que quiere ser grande. Dorian hizo lo que viene haciendo “diez años y un día” con una mejora sustancial día a día. Todo el mundo se sabe sus temas desde el primero al último y acompañan al grupo con auténtica pasión. Ellos responden con un concierto serio, con toda la carne en el asador y vuelven locos a todos, que corean sus temas con pasión y llegan a la extenuación con “La Tormenta de Arena”.
Y llegó el momento que muchos estaban esperando. Ya no podemos poner más calificativos a Vetusta Morla. Esta gira de La Deriva está llegando al final y después de pasar por muchos lugares de España y de fuera, sigue teniendo una fuerza que te engancha para volver a verlos sesión tras sesión. Una puesta en escena inmaculada, totalmente medida y un Pucho en estado de gracia, como si fuera el primer concierto de su vida, hacen de los madrileños la banda del momento. Capaces de reunir en lo que ya casi no era césped a casi todos los asistentes al Gigante. La revolución que han acometido con las “viejas” canciones como “Un día en el mundo” las vuelven a hacer apetecibles y los temazos de La Deriva completan un todo que se resume en un bolazo de considerables dimensiones que hace que su caché se quede siempre corto.
El Columpio Asesino cumple siempre y les da a sus seguidores de su propia medicina. Las Ballenas muertas de San Sebastián llegan a Guada y demuestran todo lo que tienen. El Columpio es algo distinto, fuera de las modas, haciendo las cosas a su manera y así siguen. Nos cuentan la decadencia de lo actual de los valores que nos rodean y lo hacen con esa parte macarra y oscura que sólo ellos saben aprovechar.
Y con casi una hora de retraso llegó Paco Román al escenario Gigante. Neuman es un vendaval de sonidos todos medidos, pero con la impresión de estar en una inmensa jam session donde cada uno hace lo que le da la gana. Al mando Paco marca los ritmos y hace que todo se complete con su colección de guitarras a la mano para poder escoger entre todas. “If” es una joya atemporal que se demuestra todavía más en directo como un referente en la música independiente actual. Y todo eso lo consiguió en los 25 minutos que tocó, porque, sin que todavía nos hayamos enterado, a los veinticinco minutos se despidió del público y se marcharon con lo que para ellos fue el concierto que debían de hacer. Hay varias posibilidades, si la organización les acortó el concierto, esto no tiene perdón para nadie de la organización. Si, como protesta, fueron Neuman los que decidieron solo tocar ese tiempo como protesta por haber tenido que tocar casi una hora más tarde, casi, casi que lo entiendo y lo aplaudo. Esos retrasos son inhumanos, para los de dentro y para los de fuera.
Mucho ha mejorado éste Gigante y mucho le queda por mejorar todavía para convertirse en una referencia entre los festivaleros. Entre lo positivo está una programación al alcance de pocos festivales de su misma altura, una mejora en cuanto a la distribución de escenarios y una zona vip mejorada y que se ajusta mucho a lo que se espera, incluido los trabajadores que están siempre dispuestos a ayudar. Los conciertos de la plaza Mayor es una idea fantástica y que esperamos que perdure en el tiempo. Entre los puntos negativos podemos incluir unos baños insuficientes, siempre son insuficientes. Así como los puestos de comida y los de adquisición de monedas y cambio de vasos. Hablando de los vasos, nos parece muy buena idea lo de que cobres el vaso, así consigues que el suelo se mantenga limpio de ellos. Pero pon vasos de plástico duro y con el logo del Gigante. Así te aseguras que incluso la gente se lleve el vaso a casa. Eso que ganas. Otra cosa a mejorar es el trasiego entre los dos escenarios que una vez desaparece la luz natural se hace hasta peligroso llegar al escenario más pequeño. Y por último el tema del sonido, creo que el escenario principal se merece algo mejor. Puedes traer al mejor artista del mundo pero si no suena, no has traido nada. Por eso hay que mejorar el sonido global del festival incluido el escenario de la plaza Mayor. Esperemos que todo mejore y que podamos disfrutar de éstas iniciativas por mucho tiempo. Larga vida al Gigante!!
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