THE SWEET VANDALS
Toledo. 16 de Enero de 2015. Sala Pícaro
Viernes después de una larga semana de trabajo. Pasadas las diez de la noche, es momento para disfrutar un poco y que mejor forma de hacerlo que con música en directo. Esta vez no se trataría de melodías pop ni de guitarras descorazonadoras. Nos tocaba cambiar de palo y, para más inri, a uno al que nuestros oídos no están muy acostumbrados pero que no por ello deja de “molar” y mucho.
Breve historia de la banda.
Retrocedamos en el tiempo alrededor de una década, al menos. Allá por 2005, el “quinteto titular” y además fundador se encontraba trabajando en varios proyectos. Como habitualmente se dice: “Juntos pero no revueltos”. Celofunk, Funxplosion o Disky Wick eran algunos de ellos. Mayka Edjole, José Herranz, Javier Gómez, Santiago Martín y Carlo Coupé se ponen manos a la obra y la cosa parece que avanza a pasos agigantados; el primer single que editan, “I got your man!”, les lleva a actuar a un festival alemán y éste a la grabación de lo que sería su primer LP. La presentación de dicho trabajo les catapulta a conciertos y festivales de medio Viejo Continente, incluso en Sudamérica y África, no sin antes haber sustituido en los teclados a Carlo Coupé por Julián Maeso, el que a su vez sería sustituido por Santi Vallejo antes de la grabación del segundo larga duración “Lovelite, Lovelite” ya en 2009. Sería dos años más tarde cuando editan “So clear” su tercer trabajo de estudio. Fue a partir de aquí desde donde la banda empezó a evolucionar, buscando sonidos más broncos y naturales mediante la realización de un proceso totalmente analógico en sus grabaciones. A día de hoy, nos hacen su primera visita por tierras grecorianas, presentando su último disco que vio la luz hace ya casi dos años. “After all” es considerado por muchos como una auténtica obra maestra del soul-funk contemporáneo. Un disco autoeditado en sus propios estudios, lejos de las discográficas en las que se habían apoyado.
El concierto.
Si el sonido que íbamos a encontrarnos esa noche era distinto del que normalmente escuchamos, también sería distinta la puesta en escena a la que nos tienen acostumbrados los grupos que actúan en la Sala Pícaro. En la parte posterior del peculiar escenario se situarían los teclados de Vallejo junto a las cuerdas de José Ángel y Santi. Javier y su reducida batería quedarían relegados a la derecha, ocupando la parte central nuestra solista de lujo. Según declaran los componentes de The Sweet Vandals sus conciertos desbordan energía, poniendo su corazón en cada canción e intentando hacer que al público partícipe del mismo con sus bailes y diversión. Pues desde el primer acorde, esa fue la intención de Mayka Edjole y los suyos, no solo con su Groove Funk sino interactuando con los allí presentes en cada uno de los pequeños descansos entre canción y canción.
Para romper el incómodo silencio que se produce en esta sala antes de comenzar un concierto, interrumpido brevemente por unos tímidos aplausos, y como si en plena juerga setentera nos encontráramos y de auténticos “rompepistas” de la época se trataran, empezó el show de The Sweet Vandals sonando “Feel Alive”, derrochando funk a andanadas. A continuación nos deleitaron con dos canciones de este último trabajo, “Whether you like it or not” y “Old Souls”, temas que nos demuestran que en esta ocasión se ha declinado la balanza hacia el lado soul, al parecer. Dos de sus grandes éxitos no se hicieron esperar. “Burning” con el hammond de Santi tirando del carro y, como no, “Beautiful” la gran balada de este grupo y que espero no falte en ninguna de sus actuaciones. Con ritmo de palmas y la frase “I just wanna be better than i am”, que tuvimos que repetir una y otra vez, fue la peculiar forma de convertirnos, al menos en una canción, en coro de la banda. O había nivelillo de inglés o el “guachi, guachi” rozaba la perfección. Cerraron la actuación con “Out of my head” y, si un grupo la tiene como no dejarla para el final, “Thank you for you”.
La única pega que podemos poner a la exhibición que nos ofrecieron los madrileños, sería la ausencia de vientos entre los componentes de la formación. Vientos que se hacen cada vez más presentes en los arreglos de cada tema de la banda. Descubrimos la parte “dulce” que nos mostraron con su auténtico sonido Soul y la parte de “vándalos” de mano de un Funk no apto para caderas desacompasadas o arrítmicas.
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