SAN SAN FESTIVAL
Gandía, del 2 al 5 de abril de 2015.
Cuatro días de música que te cuentan nuestros dos redactores. Buen rollo, buena música, sol, lluvia y muchas cosas por contar.
Atraídos por el gran cartel repleto en exclusiva de bandas nacionales a excepción de los divertidos noruegos Kakkmaddafakka nos plantamos con muchas ganas en la segunda edición del San San Festival de Gandía. Excelente en cuanto a la organización interna, puntualidad de los conciertos, trato a prensa y acceso a barras y comidas, pasamos a analizar las cascada de conciertos programada.
El jueves comenzamos a disfrutar con la veteranía y saber hacer de Sidonie, que siguen girando con su último disco "Sierra y Canadá", flanqueados en el escenario por una enorme bandera canadiense. Los catalanes ofrecieron un concierto muy completo y festivo en el que estrenaron una canción nueva "Aunque Dylan se muera", salpicando sus temas más famosos ("El incendio", "Un día más en la vida...) entre las canciones de su último LP, apuesta segura.
Uno de los platos fuertes del festival y quizás el concierto más esperado era el de Izal: con más de 9.500 asistentes entregados repasaron durante casi hora y media los temas más representativos de sus dos trabajos, incluyendo una colaboración con Fran Guirao, batería de Second, terminando su actuación con el efectivo y contundente trío de temas formado por "Pánico práctico", "Agujeros de gusano" y "La mujer de verde".
El testigo de Izal fue recogido por Dinero, que con su nuevo bajo mucho más integrado en el grupo soltaron cartuchos de dinamita en el escenario, pura potencia y buen sonido. Sin duda el momento álgido de su concierto fue con "Duelo de titanes", sin quitar el pie del acelerador repasaron sus tres discos y adelantaron "Una noche más" que formará parte de su próximo LP.
Tras más de seis horas de conciertos la vuelta al camping fue una auténtica odisea por la excesiva lejanía de los campings a la zona de conciertos, el peligroso, estrecho y mal adecuado camino de acceso de arena (ladeado por una acequia de casi un metro a la que cayeron alguno que otro) y el deficiente transporte habilitado, tanto buses como taxis escasos y mal organizados. Estos son temas importantes a los que el Festival tendrá que buscar solución inmediata.
Nuestro viernes comenzó con L.A. poniendo el toque sureño a la noche, con un cóctel de temas que incluyó "Perfect combination", "Under radar" o "Hands" siempre bien recibidas por el público y genialmente interpretadas por el grupo. Por desgracia y debido a la coincidencia de horarios de los dos escenarios no pudimos terminar de ver la actuación de Luis Alberto y los suyos.
Y es que en el escenario pequeño Mucho, el azote cósmico de La Mancha, se crecieron entregando el mejor concierto que les hemos visto hasta la fecha. Los toledanos liderados por un Martí Perarnau en plena forma interpretativa y ataviado como Clint Eastwood en "Sin Perdón" han ganado en fuerza y seguridad en sus directos, permitiéndose incluso mandar recados a los políticos que nos ahogan con sus recetas de austeridad.
"Como si no hubiera mañana", "Más feliz sin televisión", "Grupo revelación" y una tremenda versión del "Level" de The Racounters elevaron a Mucho al cielo de Gandía. Incluso se permitieron el lujo de dedicar "La risa del emperador" al mismísimo Chimo Bayo.
La excelente programación del viernes continúo con los magníficos León Benavente en el escenario principal; tienen uno de los mejores directos del panorama nacional y se nota en el pulcro sonido de "Rey Ricardo", "Cuesta Abajo" (cover de Lorena Álvarez) y los auténticos cañonazos que cierran todos sus conciertos haciendo vibrar a todo el público "Todos contra todos", "La palabra" y "Ser brigada. Un auténtico gustazo.
Neuman interpretando a la misma hora que los de Abraham Boba y tras ellos Supersubmarina que con una pista abarrotada por cerca de 12.000 personas no consiguieron sonar perfectos: Los riffs de guitarra no tuvieron la fuerza de otras veces, además la inclusión del teclado (que aparece en algunas canciones del último disco) no cuadra con las canciones de su primer y mejor disco, resultando una nueva versión en directo de "Ana" muy descafeinada. A pesar del deficiente sonido y respaldados por la entrega del público hicieron disfrutar con sus canciones más conocidas "Ola de calor, "LN Granada", "Supersubmarina" y los bises "En mis venas" y el himno "Cientocero".
El encargado de cerrar nuestro viernes fue El Columpio Asesino, quienes no estuvieron muy finos entregando un concierto poco compacto. Las voces de Álvaro Arizaleta y Cristina Martínez no sonaron claras ni entonadas, ni siquiera sus principales bazas "Toro" y "Babel" llegaron a ser los temas contundentes y adictivos que hemos podido disfrutar tantas veces.
El sábado comenzó fuerte con un Ángel Stanich y su banda en estado de gracia recorriendo todos los temas de su "Camino ácido", llegando a permitirse magníficas colaboraciones con Guillermo Aragón, batería de Arizona Baby, o Jave Ryjlen, de Idealipsticks, a los teclados. Por poner alguna pega a su concierto Ángel abusó de los típicos estribillos cantados únicamente por el público; de lo mejor, la nueva versión mucho más rock de "Mezcalito".
Continuamos en el escenario pequeño con una sosa y apática Anni B. Sweet que fue incapaz de contagiar al público, parada y con la cabeza baja frente al micrófono, escondiendo unos nervios impropios de una artista con el largo recorrido de Anni sobre las tablas. Ni siquiera la colaboración de su novio Noni, de Lori Meyers, a la guitarra pudo elevar el nivel de un concierto que servía de presentación de su nuevo LP "Chasing Illusions".
Mientras Anni nos dejaba helados, los chicos de Second montaron una tremenda fiesta de sonido que hasta la propia cantautora pudo escuchar sobre su escenario. Por la coincidencia horaria sólo pudimos disfrutar del final de concierto de los murcianos con quien colaboraron Óscar Ferrer (Varry Brava) y Alberto Jordá, batería de Izal. Los chicos de Second han conseguido alargar la gira de "Montaña Rusa" durante casi dos años, gracias a la frescura e inmediatez de los temas que componen su último disco.
El perfecto maestro de ceremonias podría ser Javier Vielba, líder de Arizona baby, que resultaron geniales y extremadamente divertidos, con magníficas interpretaciones musicales (Sr. Marrón a la guitarra es auténtico crack) y genuina cercanía y conexión con el público. "Wooden Nickels", "Here today, gone tomorrow" del reciente "Secret Fires" completan de manera pasmosa a la más que conocida "Shiralee" o la estupenda versión de "Sixteen tons".
El único grupo extranjero del festival fueron los noruegos Kakkmaddafakka que a pesar de interpretar algo bajos de sonido y no traer su habitual, infalible y bailongo coro, resultaron atrevidos y gamberros convirtiendo el festival en una auténtica juerga: "Touching", "Restless" o "Your girl" todas canciones de su primer álbum fueron sin duda los mejor desglosados. Para el recuerdo dejaron una tremenda cover del mítico "Bailando" de Paradisio que fue sin duda el MOMENTAZO del San San.
Por motivos de trabajo no pudimos asistir a los conciertos del domingo, librándonos de una buena tormenta que sin embargó no logró empañar el concierto de La Maravillosa Orquesta del Alcohol. Nos quedamos con ganas de más.
El San San sigue creciendo: magnífica su apuesta por bandas españolas, que con una notable mejora en el sonido, respecto a la primera edición, nos ha dejado grandes momentos festivaleros. Esperamos con ansia la tercera edición para poder comprobar como se terminan de corregir los errores propios de primeras ediciones.
Un festival con, esperemos, mucho futuro dentro del panorama nacional y que a buen seguro irá mejorando año tras año. Enclavado en una fecha donde casi no hay nada parecido aprovecha el ansia festivalero de los primeros meses para llenar. Larga vida a una buena apuesta.
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