DRY THE RIVER+NUNATAK
Cartagena, 23 de abril de 2015. Sala Budokan
El Budweiser Live Circuit hizo su parada en la sala Budokan de Cartagena.
Sala de reciente creación con un programa más que interesante, que intenta reactivar el ocio musical de Cartagena, una ciudad con una escena muy prolífica, pero poco acompañada con salas de conciertos.
Hay dos motivos principales que nos llevan a la sala Budokan que son las dos bandas. Nunatak por ser de Cartagena y siempre se respira algo especial cuando una banda toca en la ciudad donde nacieron y Dry the River por la calidad de su sonido. Folk en ocasiones acústico mezclado con guitarras contundentes y con una voz casi divina.
Con muy poco retraso de la hora señalada salieron al escenario Nunatak. Había mucha expectación en el público, amigos, familiares, todos esperando que empezaran a deleitarnos con las canciones de su Lp “Nunatak y las luces del bosque”.
Seguros de sí mismos y con la tranquilidad y nerviosismo entre mezclados de tocar en su ciudad, Nunatak hizo a la perfección de teloneros, calentando al público y en ocasiones hasta parecían los cabezas de cartel. Sonido muy potente desde el principio. Viajar hasta el final, Mas al Norte, Luz en su voz hicieron que el público se convenciera de que son una gran banda. Tocaron una canción de adelanto del siguiente disco que parece llevarlos en la misma línea de sonido y que hace tengamos ganas de escuchar el trabajo completo. Finalizaron por todo lo alto con Soy viento, soy fuego, despidiendose hasta dentro de poco ya que seguro seguirán dando que hablar.
Después unos minutos de descanso y de preparación del escenario salieron Dry the River. Con un aire de tranquilidad increíble empezaron a tocar las primeras notas y desde el primer segundo dejaron claro la calidad que tiene la banda.
El peso del concierto fue para el segundo disco de la banda Alarmas In The Herts, aunque también tuvieron espacio las canciones más alabadas de su gran primer trabajo Shallow Bed.
Empezaron el concierto con la animada canción que le da título al segundo disco, Alarms In The Hearts y casi sin pausa le siguieron Hidden Hand y Gethsemane. La voz casi de coro de iglesia acompañada con los rifts de guitarra hicieron mella en el público que parecía abducido por el sonido. Everlasting Light despertó al público de su letargo y se empezó a ver algún que otro movimiento de las articulaciones que hasta ahora parecían bloqueadas.
Apenas habíamos escuchado nada de su primer larga duración, pero entonces llegaron History Book y Bible Belt. Un poco de pausa acompañada de violín, la voz de Peter y los coros nos hacen volver a los inicios del grupo donde una extraña paz envuelve la sala y la esencia del grupo sale en cada nota.
Después de una pequeña pausa llega el momento álgido, cuando al volver al escenario la banda baja junto al público a tocar una canción solo con una guitarra. Shaker Hyms fue la elegida. La voz de Peter y su guitarra acompañada de las voces de Matt y Scott dejaron atónitos al público que hacía un circulo incrédulos de lo que estaban viendo.
Se dejaron para el final Weights & Measures y la aclamada No Rest, terminando un concierto que nos dejó con ganas de más y en la que se quedaron algunos temas sin tocar.